La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico considera que la economía mexicana puede alcanzar un crecimiento del 2.6%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) considera que la economía mexicana puede alcanzar un crecimiento del 2.6% en su Producto Interno Bruto (PIB) de este año.
Crecimiento. Esta previsión supera el 1.8% que proyectó en marzo pasado; queda arriba del pronóstico revisado también al alza por el Banco Mundial, que está en 2.5%; supera la expectativa actualizada del Fondo Monetario Internacional (FMI) que está en 1.8% y se convierte en el pronóstico más alto que tienen los organismos internacionales para México. En la presentación para América Latina del Panorama Económico 2023, el economista senior para México en la OCDE, Alberto González Pandiella explicó que el ajuste en la expectativa se apoya en la resiliencia que ha mostrado el consumo doméstico. Enfatizó que la economía mexicana se ha mostrado resiliente al contexto mundial de altas tasas de interés e incertidumbre y que los mejores datos de inversión en maquinaria y equipo pueden leerse como indicios positivos sobre la relocalización de cadenas productivas al país. González Pandiella reconoció también que esta corrección al alza en la previsión de crecimiento incorpora el efecto del desempeño del PIB en el primer trimestre, que fue mejor del esperado. Destacó que la desaceleración económica de Estados Unidos se presentará en algún punto del segundo semestre, lo que se convierte en un factor de riesgo, pero subrayó que en el escenario central de la OCDE, no hay una perspectiva de recesión en la primera economía del mundo. La desaceleración esperada para Estados Unidos será gradual, matizó el economista de la OCDE y motivará una moderación en el crecimiento económico de México que registrará un incremento del PIB de 2.1 por ciento. En la OCDE consideran que para un mejor aprovechamiento del nearshoring que ayude a fortalecer el crecimiento, se pueden aplicar tres reformas. La primera es ampliar las bases tributarias y aprovechar las oportunidades que aún ofrece el impuesto predial. Con este cambio se puede impulsar la inversión en infraestructura, mejorar la educación y mantener el compromiso que tienen con la prudencia fiscal. La segunda reforma que propusieron es agilizar las regulaciones y reducir los costos de creación de empresas, lo que fomentaría la formalidad, apoyaría a las pymes para que ellas también puedan beneficiarse de los efectos del nearshoring.