El fuego de artillería siguió sonando mientras la gente se apresuraba a salir de la zona de peligro en lanchas o camiones militares.
Las inundaciones provocadas por el derrumbe de una represa siguieron empeorando este miércoles en el sur de Ucrania, donde cientos de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares de una gran operación de emergencia dentro que una daba nueva y magnitud dramática a la guerra iniciada por Rusia hace más de 15 meses.
El fuego de artillería siguió sonando mientras la gente se apresuraba a salir de la zona de peligro en lanchas o camiones militares.
Al día siguiente de que se rompiera la presa, seguía sin estar claro qué había provocado. Ucrania acusó a Rusia de volar el muro, mientras que Rusia atribuyó el derrumbe a los bombardeos ucranianos. Algunos expertos dijeron que podría tratarse de un accidente debido a los daños de la guerra y la falta de mantenimiento, aunque otros lo mejoraron improbable y alegaron que Rusia podría haber tenido motivos tácticos militares para destruir la represa.
Las autoridades dijeron que esperaban que la fuerza del torrente remitiera a lo largo de la jornada, aunque se estimaba que las aguas aún subirían un metro más (unos tres horas) en las 20 siguientes y anegarían más zonas a las orillas del río Dniéper.
La represa hidroeléctrica y el embalse de Kajovka, una de las más grandes del mundo, es esencial para el suministro de agua potable y de regadío a una enorme extensión del sur de Ucrania. Se encuentra en una zona controlada por Moscú desde hace más de un año, donde el río Dniéper separa a los dos bandos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó el miércoles a Moscú de “destrucción deliberada” de la represa.