Lograron escalar uno de los contenedores metálicos y luego, evadieron el cerco de alambre de navajas que se instaló en la parte superior de dicho muro.
Al menos dos migrantes lograron cruzar las aguas del Río Bravo y evadieron a las autoridades norteamericanas, cuya lancha quedó varada debido a la baja profundidad del afluente y tuvieron que seguir a pie a las dos personas; quienes, al llegar a Eagle Pass, burlaron el muro de contenedores metálicos y la cerca de seguridad instalada en la parte posterior.
Fue alrededor del mediodía de ayer martes 06 de junio, cuando dos hombres ingresaron al Río Bravo y comenzaron a cruzar hacia los Estados Unidos, a la altura de la calle Guerrero en el Paseo del Río; mientras que una lancha con cuatro elementos de seguridad de Texas se aproximaba hacia ellos para pedirles retornar y retirarse del lugar. Sin embargo, la unidad marítima prácticamente encalló, inclusive escuchándose el impacto del motor con el fondo del río y detuvo su marcha; lo cual generó que sus tripulantes descendieran y comenzarán a arrastrar la lancha hacia aguas con más profundidad; una vez logrado esto, comenzaron a pie la persecución de los migrantes quienes cruzaron metros más delante de ellos.
Lo lograron. Al menos tres de los elementos de seguridad llegaron a la orilla del Río Bravo en Eagle Pass y siguieron por unos metros a los migrantes, quienes lograron escalar uno de los contenedores metálicos y luego, evadieron el cerco de alambre de navajas que se instaló en la parte superior de dicho muro de contenedores. Tras evadir, prácticamente tres cercos de seguridad, a los migrantes los esperaban las autoridades de los Estados Unidos que, del otro lado de los contenedores metálicos, forman otro cerco sanitario. Mientras que uno de los agentes que los siguió, también subió a los contenedores y recorrió dicho muro hasta la parte inferior del Puente Internacional número II. Minutos más tarde, dicho elemento retornó a la lancha y tras lograr ubicarla en un lugar con mayor profundidad y que permitiera su operación, continuaron con el recorrido por el afluente aguas arriba. Mientras que, a unos metros, otras dos unidades marítimas inflables con cuatro tripulantes cada uno, que regresaban de hacer recorrido aguas abajo, también tuvieron dificultades para seguir transitando por el Río Bravo; con la diferencia que nunca descendieron de las unidades y a base de maniobras, pudieron salir de la zona más baja del río, prácticamente en la orilla del lado mexicano de la frontera.