Investigadores de la Universidad de Northwestern, Illinois, han logrado un importante avance hacia ese ansiado logro que sería revertir la calvicie en humanos: estimularon con éxito el crecimiento del pelo en ratones utilizando microARN para manipular genéticamente las células madre del folículo piloso.
Cuentan los investigadores que cuando envejecemos, las células madre de los folículos pilosos se endurecen, lo que les dificulta producir cabello. Esto no es nada nuevo y, de hecho, casi todo el mundo experimenta algún grado de pérdida de cabello con el paso del tiempo.
Se sabía que estos folículos tienen un nicho para las células madre maduras, llamado “protuberancia”, cerca de la raíz del cabello. Son las células madre que ayudan a regenerar las células epidérmicas (piel) y la estructura de los folículos pilosos y las glándulas sebáceas, las glándulas que producen grasa (sebo). Dichas células madre foliculares pueden permanecer en su nicho, regenerándose, pero (y aquí está parte clave del nuevo trabajo), también pueden moverse al fondo del folículo, convirtiéndose en células progenitoras del germen capilar que pueden diferenciarse para formar un folículo piloso y el tallo piloso.
Lo que hizo el equipo de investigadores fue, en primer lugar, examinar ratones para determinar qué sucedía a nivel celular con las células madre del folículo piloso (HFSC) y las células germinales del cabello. Así se dieron cuenta de que las HFSC eran rígidas en comparación con las células progenitoras del germen capilar, las cuales eran relativamente blandas y mecánicamente dinámicas.
En segundo lugar, determinaron si el comportamiento de las células estaba asociado con la expresión génica, descubriendo que un microARN en particular, miR-205, era uno de los microARN más expresados en las células madre de la piel y el progenitor del germen del cabello.
Cuando hablamos de microARN nos referimos a moléculas de ARN diminutas, monocatenarias y no codificantes que desempeñan un papel importante en la regulación de la expresión génica. Dicho de otra forma más sencilla, si un gen en particular está produciendo demasiada, muy poca o la cantidad adecuada de su proteína en un momento determinado.
Así, y después de estimular genéticamente las células madre de los ratones para producir más miR-205, las células germinales del cabello más suave se volvieron más sensibles y se movilizaron rápidamente para iniciar la regeneración del folículo piloso, promoviendo el crecimiento del cabello en ratones jóvenes y viejos. Según Rui Yi, autor del estudio:
Comenzaron a crecer cabello en 10 días. Estas no son nuevas células madre que se están generando. Estamos estimulando las células madre existentes para hacer crecer el cabello. Muchas veces todavía tenemos células madre, pero es posible que no puedan generar cabello.
Los autores finalizan recordando que ahora que han demostrado que es posible estimular el crecimiento del cabello, planean ampliar su investigación.