El serbio Novak Djokovic dijo en sus propias palabras que se sintió “un poco flojo y algo lento” durante casi dos sets completos ante Karen Khachanov en los cuartos de final del Abierto de Francia, pero se las arregló para ganar.
Djokovic, quien ahora enfrentará al número uno del mundo, el español Carlos Alcaraz, en una anticipada semifinal el viernes, describió este periodo del encuentro con una palabra: “increíble”.
En su único enfrentamiento Alcaraz superó a Djokovic en la arcilla en el Masters de Madrid del año pasado y el español de 20 años venció por 6-2, 6-1, 7-6 (5) a Stefanos Tsitsipas (5) el martes.
Tras el partido ante, Djokovic lo consideró su peor momento en el torneo, una evaluación justa. Perdió el primer set, algo que no había sucedido en Roland Garros este año. Después de que el segundo set se fue al desempate en la cancha Philippe Chatrier, sabía que necesitaba mejorar y sacó lo mejor.
Es algo buscar la perfección, es otra completamente distinta hacerlo. Como si simplemente quererlo fuera suficiente, Djokovic hizo lo que logrado antes en momentos cruciales camino a sus 22 títulos de Grand Slam.
Encontrar el tiro correcto cada vez, poner la pelota exactamente donde quería, Djokovic ganó el desempate a cero camino a ganar por 4-6, 7-6 (0), 6-2, 6-4 a Khachanov.
Djokovic, dos veces campeón en París en las ediciones 2016 y 2021, busca su trofeo 23 de un Grand Slam para desempatar el récord que comparte con Rafael Nadal.
Antes de enfrentar a Khachanov, Nole había disputado sólo 12 sets en el torneo. Pero reconoció que salió un “poco flojo y bastante lento” el martes.
Su segundo set no fue ideal. Al menos hasta el desempate. Fue ahí que Djokovic mejoró su juego que consideró “un par de niveles más altos”. No cometió ningún error, no perdió ningún punto. En desempates tiene marca de 5-0 en poco más de una semana y no ha cometido ningún error no forzado en esos 47 puntos.