El plan de Macron de subir la edad de jubilación inflamó el descontento popular y provocó algunas de las mayores protestas en el país.
Sindicalistas franceses marcharon este martes hacia la sede las olimpiadas de París e interrumpieron el tráfico en el Aeropuerto Orly de la capital en un intento por reanudar las protestas contra el plan de gobierno de elevar la edad de jubilación.
Pero el esfuerzo de última hora atrajo menos seguidores que en la cúspide del movimiento hace unos meses, e incluso algunos líderes sindicales parecían dispuestos a pasar la página.
El plan del presidente Emmanuel Macron de subir la edad de jubilación de 62 a 64 años —y su decisión de impulsar la medida por el Parlamento sin votación— aumentó el descontento popular y provocó algunas de las mayores protestas en Francia en varios años. Pero la intensidad del enojo por la reforma ha ido disminuyendo desde las últimas protestas grandes del 1 de mayo, y desde que la propuesta se convirtió en ley en abril.
Como parte de las acciones del martes, un tercio de los vuelos fueron cancelados en el Aeropuerto de Orly debido a huelgas, y un 10% de las rutas ferroviarias del país se vieron afectadas. Se han planeado unas 250 marchas, concentraciones y otros eventos para marcar el 14to día de protestas nacionales desde enero, contra la reforma del sistema de pensiones.