Pasajeros y socorristas externaron historias escalofriantes de la situación al ayudar o rescatar heridos.
Las autoridades que investigan uno de los accidentes de tren más mortíferos en la historia de India estaban examinando si una falla de señal condujo al desastre, mientras los rescatistas terminaban su búsqueda de sobrevivientes y los vagones volcados eran retirados de las vías el domingo.
Menos de 48 horas después del devastador accidente en el estado oriental de Odisha, que dejó al menos 275 muertos y más de 1.000 heridos, las autoridades se apresuraban a reanudar los servicios ferroviarios, con decenas de trabajadores trabajando en calor a más de 95 grados Fahrenheit para volver a poner las vías en línea. Con las rutas ferroviarias aún bloqueadas, los familiares de los pasajeros fallecidos tuvieron que encontrar su camino por otros medios para reclamar a sus seres queridos.
En el lugar del naufragio, en medio de campos agrícolas, las pertenencias de las muchas personas que estaban a bordo de los trenes de pasajeros cuando chocaron con un tren de carga todavía estaban esparcidas por el suelo. Maletas, bolsos, zapatos y artículos personales se alineaban en las vías. Los vagones de ferrocarril aplastados fueron rodados en una zanja, algunos tendidos de lado. Deepak Behera, de 37 años, había estado jugando al fútbol en la cercana ciudad de Bahanaga al alcance del oído del accidente el viernes por la noche. "Por un momento pensamos que era un terremoto", dijo.
Behera y otros residentes locales corrieron al lugar del accidente para encontrar a cientos de pasajeros amontonados en los vagones volcados en total oscuridad, tratando desesperadamente de encontrar una salida. Usaron las linternas de sus teléfonos móviles y comenzaron a buscar sobrevivientes. "Encontramos muchos gritos y llantos. Los carruajes estaban tan mal girados y se estrellaron que nadie fue capaz de salir", dijo Behera, y agregó que sacó a 28 personas vivas de los carruajes, así como a innumerables que habían muerto. Muchos de los cuerpos aún no fueron identificados el domingo. En una señal del caos en el sitio, la cifra de muertos fue revisada a la baja de al menos 288 después de que las autoridades dijeron que algunos de los cuerpos en la escena habían sido contados dos veces. "Cuando abrimos la puerta, fue cuando escuché gritos de dolor pidiendo agua y ayuda".