Actores como Rebeca Gómez, Dan Osorio y Genaro Vásquez discuten el rol de las voces creadas por AI, sus consecuencias en su profesión y la importancia de su regulación.
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) dentro de la rama de la voz es un tema que, si bien no es nuevo, cada vez se está debatiendo más.
A nivel internacional, por ejemplo, el pasado abril un sindicato español lanzó, según reportó El País, un comunicado buscando regular la utilización de estas tecnologías luego de que un estudio en Madrid lanzara una convocatoria para que actores grabaran emociones, lo que serviría para que la máquina aprendiera.
En América Latina no es un tema ajeno. Por ejemplo, se ha creado la llamada Organización de Voces Unidas (OVU) de la que forman parte figuras como el actor y locutor Genaro Vásquez (voz de personajes como el Androide 17, en “Dragon Ball Z”), y que, señala, no es un grupo de choque contra este tipo de tecnologías sino que busca una regulación en su uso y su utilización consciente y legalmente.
“Estamos dirigidos por Daniel Soler de Colombia, Mario Filio en México y Alfonso Lugo en EU. Lo que buscamos es que se regularice de alguna manera legal su uso, con alguna marca de agua o algún rastreo de saber de dónde proviene esa voz porque se hace una clonación, se toma una muestra del locutor y ahí es donde está el problema. Los locutores estamos más enfocados en cómo instrumentar legalmente y proteger nuestra voz de alguna manera legal”, dice
Al respecto, los locutores y actores de voz Rebeca Gómez y Dan Osorio, ambos actualmente en activo en México y cada uno con más de 20 años de trayectoria, comparten su perspectiva:
Rebeca, quien ya ha utilizado este tipo de tecnologías, destaca que si los locutores o actores únicamente ofrecen una voz sincronizada pero que no transmite emociones, sí pueden ser suplantados por una IA.
“Honestamente no tengo miedo de la inteligencia artificial porque si estás perfectamente bien preparado para saber transmitir un mensaje ninguna IA te va a suplir. Pero hay ilegalidades en ese proceso como por ejemplo que clonan tu voz y la utilizan para vender su software sin pedir tu autorización", dice en entrevista.
¿Y el trabajo de los locutores y actores?
Al respecto Dan Osorio señala el problema que implica el sustituir a una persona por una voz generada con IA pues esto significaría dejar sin trabajo no sólo a quien hace la voz, sino a toda una cadena que está detrás.
“Los locutores y actores también somos trabajadores, la falta de ética en general es lo que nos pone en riesgo”, apunta.
Además, considera que los asistentes y voces de aplicaciones como TikTok, Instagram o Facebook han sido un experimento para ver si la gente acepta ese tipo de interpretaciones, y así ha sido.
“No estamos en contra de la tecnología ni en contra del desarrollo de la IA siempre y cuando no vulnere los derechos humanos, en este sentido estrictamente el derecho al trabajo, y estamos en pláticas ya con algunas cámaras para tratar de llevar esta propuesta a la legislación mexicana, que diga que todo lo que quiera exhibirse con fines comerciales en territorio nacional deba ser realizado por una persona viva, mexicana o con permiso de trabajo, en una empresa mexicana, dentro del territorio nacional.
A modo de conclusión, Rebeca Gómez, considera que no se puede frenar el uso de nuevas tecnologías en el trabajo de voz, pero sí se puede estar mejor preparado:
“Por ejemplo en la parte de la comunicación ya no va a valer la persona bonita o con voz bonita, va a valer la persona que sepa comunicar y que sepa actuar, interactuar con las demás personas, porque eso es lo que vende. Hay que ser éticos y aprovechar lo que nos da la tecnología para nosotros tener tiempo para desarrollarnos mejor como humanos no para hacer la flojera”.