La protesta tiene lugar un mes después de que dos tiroteos dejaran 18 muertos, nueve de ellos niños en un colegio.
Decenas de miles de ciudadanos, según los medios, rodearon la presidencia de Serbia para protestar contra el presidente, Aleksandar Vucic, en una nueva manifestación bajo el lema "Serbia contra la violencia".
La manifestación, convocada por los partidos de la oposición, tiene lugar un mes después de que dos tiroteos dejaran 18 muertos, nueve de ellos niños en un colegio, y comenzó con un minuto de silencio para conmemorar las víctimas.
Los ciudadanos corean lemas como "Vete, Vucic" o "Estás acabado", y anuncian que continuarán las protestas hasta el cumplimiento de sus exigencias.
Esta es la quinta protesta multitudinaria de una oleada de indignación que desataron los dos tiroteos.
El 3 de mayo pasado, un alumno de 13 años de un colegio de Belgrado mató a tiros a cinco compañeros y una profesora. Menos de 48 horas después, un joven de 21 años mató a 8 personas en una localidad del centro del país.
Autoridades ven politización de las tragedias
Los manifestantes responsabilizan al gobierno de lo ocurrido y exigen la dimisión del ministro del Interior y del director de la Agencia de Información y Seguridad.
También piden destituciones en el órgano regulador de medios electrónicos, retirar la licencia de cobertura nacional a dos emisoras comerciales próximas al gobierno y el cierre de algunos tabloides, por considerar que "promueven el odio y la violencia".
Además piden la destitución de los directivos de la televisión pública RTS por considerar que no informa bien de sus protestas.
La protesta de hoy ha sido encabezada por un grupo de actores conocidos que por su participación en las manifestaciones de las pasadas semanas han sido objeto de insultos de varios diputados del partido gobernante SNS, de Vucic.
Las autoridades han condenado estas protestas, en las que ven una politización de las tragedias.
Vucic ofreció diálogo a los partidos de la oposición, tras criticar que intenten lograr cambios políticos a través de manifestaciones callejeras, y propone elecciones, algo que la oposición rechaza, insistiendo en que se cumplan exigencias de la protesta.
La oposición acusa al presidente y al gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) de tendencias autoritarias y del control de la prensa.