Finalmente, logró salir, cerró su vuelta y se metía entre los 15.
Ferrari viene de años sombríos, atraviesa un presente oscuro y apunta a un futuro tenebroso. Desde Maranello apostaron por cambios profundos, tanto que removieron a Mattia Binotto de su cargo de director general para reemplazarlo por Frédéric Vasseur. Descabezaron el departamento de diseño, de estrategia de carrera, pero las cosas no mejoran. Y el GP de España, que se vive por Star+ (no incluye México) fue un golpe durísimo para las esperanzas de los tifosi de volver a tener a los autos rojos peleando bien arriba: Charles Leclerc se quedó afuera en la Q1 y 19º.
“¿Estamos afuera, verdad? Es increíble”, fue el agrio mensaje que lanzó por radio el monegasco después de que la Q1 ya se había convertido en una barrera infranqueable. Durante la tanda se quejó de problemas en el tren trasero de su SF-23, que los mecánicos no pudieron solucionar. Sobre el cierre de la Q1, ocupando los puestos de eliminación, fue a boxes con el tiempo justo para salir a buscar otro registro, pero debió parar en el control de pesaje de los comisarios técnicos de la FIA. Rogaba porque se apuraran. Nervios, tensión.
Finalmente, logró salir, cerró su vuelta y se metía entre los 15. Pero su marca no era buena y poco a poco fue cayendo hasta quedar 19º.