El fiasco del super tridente ha sido evidente.
Leo Messi se despedirá el sábado en el Parque de los Príncipes del PSG. El, todavía, entrenador del club galo Christophe Galtier confirmó este jueves lo que ya era un secreto a voces y dio por cerrada la etapa más glamorosa de la época moderna de un equipo que unió a tres de los futbolistas más determinantes del mundo... Y no alcanzó el éxito que se le suponía.
Kylian Mbappé, el astro del futuro que ya es rabioso presente, y Neymar, la díscola pero mayúscula estrella brasileña que el PSG convirtió en la transferencia más alta de la historia en agosto de 2017, formaron junto al argentino el tridente que se suponía perfecto y a través del cual debía conquistar todos los títulos posibles, con la Champions League en el primer plano, y convertir al equipo galo en la referencia del fútbol mundial. Pero la realidad fue muy distinta.
El fiasco del super tridente ha sido evidente. Sin rival que pudiera hacerle sombra en la Liga francesa, donde ha conquistado los dos títulos con más soltura que brillantez, la Copa ya fue una piedra en el zapato. Eliminado en los octavos de final de la temporada 2021-22 por el Niza, este curso se repitió la historia y fue derrotado por el Olympique de Marsella en la misma ronda. Pero nada que ver con la decepción continental.
Real Madrid y Bayern Munich, consecutivamente y también en los octavos de final, fueron los verdugos en la Champions de un PSG que ya había pasado en falso la fase de grupos, por detrás del Manchester City primero y del Benfica después. ¿Qué pasó? ¿Por qué estas decepciones? ¿En qué falló el proyecto?