La triste pérdida del menor de 11 años ha dejado consternada a la comunidad de Piedras Negras
La situación de la lamentable perdida de un niño de 11 años ha dejado en consternación a la comunidad debido a las circunstancias en las que pereció, asimismo se ha generado una cantidad importante de opiniones al respecto sobre los factores que orillaron al menor a tomar ese camino, muchos de ellos son encaminados a la falta de comunicación que existe dentro de un hogar y en la misma escuela, motivo por el cual muchas personas se sienten involucradas.
Al respecto de este tema, Monseñor José Valdés de la Diócesis de Piedras Negras indicó que efectivamente es una situación que consterno a toda la población ocasionando que se involucraran de esta manera debido a que el menor perdió toda esperanza en esta vida, "perder esperanza a los 11 años es una situación grave que nos cuestiona a todos, por ello creo yo que se requiere mucho diálogo por parte de los papás para con sus hijos".
Detalló que esto es una cuestión que los padres tienen que tomar muy en cuenta, prestar atención a sus hijos, desde niños, adolescentes hasta jóvenes, sobre todo si son introvertidos, que poco expresan sus sentimientos, por ello deben estar atentos y muy unidos con sus hijos, tratando de dialogar con ellos para que les tengan la confianza de manifestar su manera de ver, de sentir y sobre todo que puedan dar a conocer su estado de ánimo y cualquier problema que puedan estar atravesando en soledad.
Monseñor Valdés indicó que el estar atentos a ellos es para poder darse cuenta a tiempo de la situación, pues cuando se llega a una desesperación, eso quiere decir que han perdido la esperanza que es cuando pierden todas las ganas de vivir y llega por desgracia, en una crisis un suicidio, el cual casi siempre es un momento de locura o esquizofrenia aguda, por la cual la persona determino que ya no tenía ganas de vivir, "eso es para nosotros un cuestionamiento muy serio por eso tenemos que tener mucho cuidado con los niños, sobre todo cuando van a empezar su adolescencia, por ello tienen que estar en mayor diálogo con los niños y adolescentes".
Asimismo comento, que el cambio en la figura paterna y materna, actualmente se debe a que primero, muchos, buscan ser amigos de sus hijos, pensando que la figura de un amigo es más favorable que la de un padre, por ello deben tomar en cuenta que ante todo son principalmente papás, pero es necesario reconocer que cada adolescente tiene un entorno especial, por lo tanto, les falta formación psicológica, madurez emocional y corporal, pero sobre todo les falta una fe bien afianzada en Dios, por ende los papás deben inculcar a sus hijos el nunca perder la visión de Dios "como padre que nos ama y que siempre está con nosotros".