El invierno pasado fue intenso en virus respiratorios: sincitial, influenza y covid-19. Pero ha aparecido un virus desconocido con síntomas similares: el metapneumovirus.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ha habido un incremento en los casos de metapneumovirus durante la temporada primaveral. Se trata de un virus poco conocido que comparte varios síntomas con el covid-19, incluyendo infección pulmonar, tos seca, congestión nasal, fiebre y dolor de garganta.
Los casos de la enfermedad ocuparon por completo las áreas de cuidados intensivos en los hospitales que atienden a niños pequeños y ancianos, quienes son los más susceptibles a estas infecciones. Durante su punto álgido a mediados de marzo, casi el 11 % de las muestras analizadas arrojaron resultados positivos para el HMPV, lo cual representa un aumento del 36 % en comparación con la media de positividad del 7 % durante el pico estacional previo a la pandemia.
El metapneumovirus humano fue descubierto en 2001 en los Países Bajos por cazadores de virus. Analizaron 28 muestras de niños neerlandeses que padecían infecciones respiratorias de origen desconocido. Algunos de los niños estaban gravemente enfermos y requerían ventilación mecánica, pero no se encontraron rastros de patógenos conocidos en las pruebas realizadas.
Un análisis más exhaustivo de los genes del virus reveló un pariente cercano: el metapneumovirus aviar, que infecta a las aves. El nuevo virus recibió el nombre de metapneumovirus humano. Los científicos creen que posiblemente se transmitió de las aves a los humanos en algún momento y evolucionó a partir de ahí.
Cuando los investigadores examinaron muestras de sangre de 72 pacientes que habían sido conservadas desde 1958, todas mostraron signos de exposición al enigmático virus, lo que indicaba que había estado circulando en los seres humanos, sin ser detectado, durante al menos medio siglo.
Los CDC recomiendan a los médicos que consideren la posibilidad de realizar pruebas de detección del virus del HMPV en invierno y primavera, cuando suele alcanzar su punto máximo.