¡Al pesebre… fieras!... El futuro de la fotografía digital

Con toda la avalancha de información acerca de la inteligencia artificial, es difícil seguirle el paso a todo lo que está surgiendo. Por un lado tenemos modelos de lenguaje que permiten la generación de información escrita, de forma coherente aunque no falta de verificación por algoritmos cada vez más complejos, también han surgido herramientas de generación de imágenes a partir de peticiones de usuario. Hace unos días Microsoft liberó una herramienta gratuita de Bing con DALL-E bing.com/images/create que permite con unas pocas instrucciones, solicitarle que genere alguna imágen tan loca como en semanas pasadas del Papa con una chamarra “puffer” blanca o de Donal Trump siendo arrestado.

Pero al final, estas herramientas no son perfectas, le puedes solicitar por ejemplo que haga un tecolote con playera de Santos Laguna y lo que te va a generar son varias opciones, pero el texto que viene dentro de la imagen ya sea a propósito o no, es ilegible. Dichas imágenes pueden ser de un realismo impresionante, aunque no dejan de “parecer digitales”. Hace unos días también Google anunció una herramienta para generar imágenes de producto, algo que puede potenciar las tiendas en línea. Adobe Photoshop en su versión beta, puede digamos en una foto de comida, cambiar los ingredientes visuales y dar opciones para alguien que quiere promocionar un lugar de comida, sin la necesidad ahora de un fotógrafo “caro” como lo han llamado, para que le haga su catálogo de fotografía.
También hay teléfonos de algunas marcas que supuestamente obtienen fotografías de la luna de una claridad sorprendente, nada lejos de la realidad, ya que para ello se requieren lentes largos (físicos) y/o telescopios, si bien pueden generar imágenes aparentemente buenas, no son reales, sino que echan mano de la inteligencia artificial para generar algo que ni remotamente se podría ahora con un teléfono y el sensor tan pequeño con el que cuentan.
Así, un segmento de profesionales de la fotografía se van a ver afectados, por ahora los que hacen fotografía de alimentos y producto, tomando en cuenta que muchos o la mayoría de lugares utilizan fotografías de stock o directamente de lo que encuentran en Google para darle vida a sus productos, pero ahora con herramientas como las que surgen ya no tendrían necesidad de ello, simplemente será pedirles a estos algoritmos que les creen las fotos que requieren. No es que los profesionales de la foto se vayan a quedar sin trabajo, pero será momento de no dormirse en los laureles y como todo lo que toca la tecnología, aprovecharla para seguir siendo competitivo.
Tiene años que muchos medios de comunicación han prescindido de comprar grandes cámaras para sus reporteros, ya que para la fotografía del día a día basta con un teléfono de gama media (un iPhone cuesta unos 11500 pesos mexicanos), sin mayores pretensiones que la documentación informativa, son herramientas suficientemente potentes para dicho trabajo. Para otras cosas como la fotografía social o deportiva, aún se requieren equipos costosos y lentes largos (y caros) para poder obtener imágenes de calidad, sobre todo porque más allá de la imagen que va a pantalla, aún se imprime, y ahí es donde saltan las carencias de los sensores pequeños como los de teléfonos o cámaras básicas.

Tecnología peligrosa
Un tema que tocamos en un viaje con otros colegas de tecnología, fue si las herramientas actuales no son peligrosas para las nuevas generaciones. Lo que comenté y estoy convencido, es que debemos entender que las herramientas son eso, ya el uso que cada quien le dé, dependerá mucho de la educación y acercamiento que le permitan sus mayores. Un cuchillo en casa servirá para partir el pan, en manos de un psicópata, para cometer actos de crueldad contra otros. El cuchillo no es el culpable.

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