Brooks Koepka vuelve a ser el terror de los 'major'. El estadounidense, que ganó cuatro entre 2017 y 2019, se ha llevado su quinto -y su tercer PGA- tras un mano a mano muy intenso con Viktor Hovland que se decidió en el hoyo 16.
El noruego no logró sacar su bola en un bunker al que la mandó desde el tee. Probablemente ese golpe lo habrá dado miles de veces, pero esta vez no calculó bien los obstáculos que su bola podía encontrar antes incluso de salir de la trampa de arena o simplemente fue mala suerte. La bola salió disparada -aunque su vuelo fue casi imperceptible- hacia el mismo rough que bordea al bunker y allí se quedó empotrada.
Hovland se lamentaba, pues estaba a un golpe de su rival y para colmo se veía obligado a dropar, ya que su bola se había quedado injugable. Tras volver a calle y acabar el hoyo, el europeo bajaba a -6 mientras que Koepka, su compañero de partido, lograba el birdie y escalaba a -10. Birdie en ese 16, uno de los hoyos más difíciles de Oak Hill, si no el que más.