La intensa sequía de por lo menos tres años había afectado al campo y a los afluentes principales para el consumo de agua humano.
Tras un largo periodo en el que no se registraban lluvias de consideración a raíz de una sequía intensa que afectó a todo el noroeste de México, generando que los principales abastecedores de agua para el consumo humano perdieran parte de su capacidad en el caso de río y presas, afortunadamente esta situación ha cambiado durante los primeros seis meses del presente año.
Francisco Contreras, Comandante de Protección Civil, indicó que la región ha pasado de una sequía extrema a moderada, teniendo un panorama alentador para junio, ya que para julio y agosto la ausencia de lluvias es mucho más marcada debido a la temporada de la canícula los 40 días más calurosos de todo el año donde el termómetro registra hasta 47 grados a la sombra.
Presas. Con respecto a la capacidad de la presa, la Amistad principal afluente del Río Bravo, de donde las comunidades recolectan el suministro de agua, el comandante especificó que esta incrementó su porcentaje en siete puntos, siendo que varias de las tormentas se registraron sobre este punto. Durante las pasadas semanas se tuvieron precipitaciones que dejaron en una sola ocasión cerca de tres pulgadas de lluvia, la cual era muy necesaria debido a las intensas sequías presentadas, ya que el campo está prácticamente seco y esto estaba afectando a uno de los principales abastecedores de agua que es el Río Bravo teniendo espacios con un nivel muy bajo, esperando que las probabilidades se concreten.