Desde el minuto tres del segundo debate en el Estado de México, las candidatas abren sus cartas, delinean la estrategia y la siguen al pie de la letra en los siguientes 57 minutos. Delfina Gómez sale a defender la ventaja que le dan las encuestas, administra los números. Alejandra del Moral busca conectar el golpe exacto que difumine todos los pronósticos demoscópicos de los últimos meses.
Los cuatro bloques temáticos del segundo debate entre las candidatas al gobierno del Estado de México son eso, la historia de cuidar cifras, en el caso de la maestra texcocana, y la de buscar un factor para revertirlas, como ocurre con la abogada izcallense. Alejandra del Moral, ataviada con un traje sastre color rosa mexicano, es la que embiste primero. Advierte que Morena “es el cambio que destruye” y asegura que a ese partido y sus aliados “los mueve el odio, el rencor”. Delfina Gómez, con una blusa de manta con grecas bordadas a mano por artesanas mexiquenses, no se engancha. La morenista se apega a su guión. Improvisa poco. Sólo dice que la priista y sus aliados “están desesperados” y que el 4 de junio “les vamos a dar una lección de dignidad”.