Francisco pide a las autoridades que no se sigan repitiendo este tipo de casos y que ayuden a las personas que lo necesitan.
Saltillo, Coah. - Luego de 52 días de espera por una cirugía cervical, Roberto Vega Balderas, de 67 años, quien fue ingresado por sus familiares al Hospital General de Saltillo por una fractura; por fin pudo ingresar al quirófano del mencionado nosocomio.
Fue Francisco Javier, hijo de Roberto, quien detalló el calvario que vivió su padre en espera que se concretara dicha operación, pues todos estos días permaneció internado sin que nadie pudiera resolver su situación.“Nos daban puras largas, pretextos de ellos, me pedían que les llevara papelería y luego me salían con otra cosa, mi papá ya estaba muy cansado de la cama, se le estaban acabando las fuerzas”.
Aunque la información que les proporcionaron por parte del hospital que la intervención duraría cuatro horas, al momento de hacer contacto con Francisco, ya eran poco más de 17:00 horas y aún no tenían parte médico de la salud de su padre.
Para esta cirugía los familiares tuvieron que comprar lo que hacía falta para que se llevara a cabo.“Me pidieron material quirúrgico en general para la operación, primero me dijeron que me lo había donado el gobierno y luego que siempre no. Y no supieron ni a quien se lo dieron, yo fui a conseguir el dinero como pude, vendí cosas, pedí prestado para conseguir todo. Luego cuando ya tenía todo, salían con que nunca había doctor porque tenía compromisos fuera del hospital, por eso fue lo que tardó más la operación”
Después de lo ocurrido, Francisco pide a las autoridades que no se sigan repitiendo este tipo de casos y que ayuden a las personas que lo necesitan. Ya que es muy sufrido estar ahí en el hospital y más para las personas que no tienen suficientes recursos.
“Nos gastamos en total casi 150 mil pesos, entre material quirúrgico, medicamento, pañales y otros gastos de nosotros, como comida. Ahorita no sabemos si después de la cirugía vamos a tener que pagar estancia o más medicina”.
CUADRO DE DATOS
El 23 de marzo, Roberto Vega Balderas, de 65 años, tropezó en el ejido Presa de San Pedro, ubicado a dos horas al sur de Saltillo, y sufrió un esguince con fractura cervical.
Ese mismo día fue ingresado al Hospital General de Saltillo, tuvo que esperar 52 días para una cirugía cervical, después de ser aplazada tres veces.
Sus hijos han gastado más de 100 mil pesos en estudios y medicamentos y el director médico solo dice que “así pueda estar programado siete veces y no me lo va a operar”