El Elche se adelantó en el marcador en el minuto 40 de la primera mitad contra el Atlético de Madrid en el Martínez Valero. Un tanto en el que a más de uno le quedó grabado el fallo en el despeje de Grbic. El meta croata no acertó a despejar con contundencia la pelota, y el balón quedó muerto para que Fidel dentro del área hiciese el 1-0.
Pero más allá de ello, es que el gol nunca debió subir al marcador porque el saque de banda se ejecutó de forma irregular. El lateral del Elche se metió en el campo para ejecutarlo y poder llegar más lejos, al área del Atlético.
Además, por si no fuese suficiente, una jugada que en dejó una posible falta de Randy Nteka sobre Koke. El delantero galo empujó al centrocampista y el capitán colchonero se cayó al suelo ipso facto. Sin embargo el colegiado de la contienda no quiso entrar a valorar la acción, ni pidió consulta al VAR. Y eso que Koke justo tras el gol protestó airadamente, a pesar de que Giménez cogió el balón y el resto de sus compañeros se marcharon al círculo central. Además, al finalizar la primera parte antes de marcharse a los vestuarios se acercó al colegiado y le estuvo protestando la acción.
La falta era dudosa, pero lo que sí que quedó más claro fue que el saque de banda de Gumbau no se realizó correctamente. Se pudieron ver en las imágenes en televisión que el jugador del Elche sacó con un pie dentro del terreno de juego, pero eso no se tuvo en cuenta. Ni el VAR ni el colegiado entraron en esta flagrante irregularidad.
Según la normativa, la correcta ejecución de un saque de banda debe respetar varias cuestiones. Para empezar, estar de pie frente al terreno de juego. Luego, se puede pisar la línea con los dos pies, aunque sea de manera parcial, o estar fuera del terreno de juego. Pero en este caso el jugador tiene sólo un pie pisando y casi dentro del campo. También se debe lanzar con ambas manos desde atrás por encima de la cabeza, desde el lugar donde salió el balón. Y finalmente, cualquier rival debe estar a una distancia mínima de dos metros.