La pandemia es considerada uno de los detonantes para que niños y adolescentes presenten algún tipo de trastorno emocional.
El "cutting", es una práctica que siempre ha estado presente en la sociedad, la cual es utilizada generalmente como un medio de desahogo altamente dañino para quien decide iniciarlo como método de escape de emociones que no pueden ser controladas, siendo una de las autolesiones más comunes entre niños desde los 10 años hasta jóvenes de 20 e incluso se ha podido detectar en personas adultas.
La licenciada Hilda Estrada, coordinadora del área de Psicología en el Centro de Atención al Adolescente, señala que hoy en día, quienes llevan a cabo estos actos son jóvenes que padecen de ansiedad y lo hacen con la finalidad de liberar esa tensión, por lo que empiezan a autolesionarse, resaltando que en la mayoría de los casos los padres de familia no suelen percatarse de ello, pues quienes lo hacen siempre van a tratar de cubrir sus heridas con ropa que cubra sus brazos aunque no solamente se pueden lesionar en esa zona, que es la más común, sino que también pueden hacerlos en la ingle, en la cadera, tórax, en sí cortes que puedan permanecer ocultos para otras personas.
Fácil detección. En el caso de una fácil detección, detalló que eso es muy notorio, pues si observan como papá van a poder notar que su hijo siempre esta triste, tiene poca tolerancia, se esconde incluso cuando esta irritado y esto lo hace entre los 20 y 30 minutos, tiempo que utiliza para lesionarse. resaltando que muchos padres pueden bien buscar en su habitación algún objeto como navajas, que es con lo que generalmente lo hacen pero es necesario que conozcan que no solamente con ello pueden lograr su objetivo, sino que buscan cosas con que hacerlo como puede ser un simple lápiz, el cual usan quebrando la punta para utilizar la madera, latas de refresco, cualquier cosa que pueden encontrar para lastimarse, por lo que es necesaria la observación.
La licenciada Estrada comentó que, en referencia a las consultas que ella atiende en el CAAD, todos los jóvenes son tratados para poder enseñarles a tratar las emociones, resaltando que todos tienen diferentes situaciones en las que expresan enojo, alteraciones, tristeza, pero cuando no las saben controlar entonces es cuando recurren a autolesiones, resaltando en este punto que desde niños hasta jóvenes se ha podido detectar que no tienen nada de tolerancia a la frustración, "nada es nada, incluso al agarrar una app y querer abrirla, les molesta porque no hay esa rapidez, lo cual antes no era así, pero considero que a raíz de la pandemia, donde cursaban la escuela, no tenían un horario, tenían una flexibilidad exagerada, entonces ahora que los vuelven a traer a la realidad no existe esa tolerancia y entonces viene esa frustración y la intervención de los padres quienes no quieren que sus hijos sufran, la frustración es buena pero no quieren que ni el aire y sol les dé".
Comunicación con los hijos. Algo muy importante que destacó es que el mejor trabajo que pueden hacer los papás para poder prevenir este tipo de situaciones, es el de tomar conciencia y sobre todo el de ejercer la comunicación, tienen que hablar con ellos, pues "hoy en día, si yo hago una encuesta y pregunto ¿papás menciónenme tres de los mejores amigos de sus hijos, porque es triste a veces no saber sus gustos, que les molesta, porque no hay comunicación ya que vivimos solo para laborar, estamos cansados, no me molestes, no fastidies, entretente en la televisión, los videojuegos y entonces la comunicación se pierde totalmente", resaltó.
Ideación suicida. La especialista señaló que después de iniciar este acto de las autolesiones, se viene lo que es la ideación suicida, pues tristemente, y poniendo de ejemplo a sus pacientes destaca que ellos llegan con todo, depresión que viene de la mano con la ansiedad enlazados con los pensamientos suicidas, convirtiéndolos en una bomba de tiempo, pues una persona depresiva es alguien que está aislado, se encierra, pierde deseo a la vida, por lo tanto todo va de la mano, por lo que se puede decir que el 50 por ciento de los niños y jóvenes que se atienden en el CAAD, en el área de psicología, padecen de estos tres trastornos, indicando que en cuanto a la expectativa de vida de una persona que no recibe ayuda con estos problemas, esta es muy baja porque el pensamiento de suicidio es muy alto.