Rodrygo es el típico futbolista nacido para brillar en el Real Madrid y hecho para que los blancos brillen en momentos clave.
Llegó sin hacer mucho ruido y con la misma sonrisa con la que celebra sus goles. Rodrygo Goes es un soplo de aire fresco para un Real Madrid que le necesita como el comer. Porque tiene desparpajo, clase, elegancia, velocidad y, sobre todo, gol. Rodrygo es el típico futbolista nacido para brillar en el Real Madrid y hecho para que los blancos brillen en momentos clave.
El MVP de la final de Copa del Rey es vital en los grandes partidos del Real Madrid reciente. Cuentan compañeros de vestuario a ESPN que “tiene el toque mágico de los elegidos”. Y eso, en el Santiago Bernabéu, es más importante que cualquier otra cualidad porque, o se tiene o no se tiene. Se trata de un don con el que se nace y que no se trabaja, sino que se aprovecha. Y de la actual plantilla, Goes es el jugador que más acentuado tiene ese don tan necesario.
En el Mundial de Qatar 2022, este redactor se acercó a un punto de Doha en el que se reunían los aficionados brasileños. A una temperatura extrema y con el sol en su máximo esplendor sobre el cielo qatarí, comprobé ante mis ojos cómo un grupo de brasileños llegaban con unas camisetas retro estilo NBA con el nombre de Rodrygo Goes. Como si de un equipo se tratase, todos iban a apoyar al que, yo pensaba, era su ídolo. Sin embargo, uno de ellos, el amable Pedro, me explicó que eran la familia del jugador. Ahí me di cuenta que el talante afable y amable de Rodrygo no era casualidad: la educación y bien estar de su familia era el reflejo de la imagen que proyecta su protegido dentro del terreno de juego.