La cosa es simple y sencilla: si Victoria Beckham osa dejar la sal fuera del lugar que le corresponde, muy seguramente será reprendida por su esposo, el exfutbolista David Beckham, quien poseía un toque de balón preciso y letal. Si ella y sus hijos duermen, David se levanta de la cama y aprovecha ese tiempo que cree “muerto”, para limpiar y ordenar todo lo que pueda en su mansión.
La excantante de Spice Girls sabe que uno de los hombres más codiciados del mundo es de los que pone todo por pares y nones. Además, todo debe estar en correcta línea recta. Pero lo ama y no ve como algo problemático el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) que él padece. “Si abres una nevera, está todo coordinado por ambos lados. Tenemos tres frigoríficos: comida en uno, ensalada en otro y bebidas en el tercero donde todo es simétricos. Si hay tres latas, tira una porque deben ser pares”, cuenta Victoria en un documental que prepara Netflix.