Existen mamíferos de todos los tamaños y peso en el planeta Tierra. Desde el murciélago abejorro que solo pesa dos gramos hasta las enormes ballenas. Las más de 6.000 especies de mamíferos -incluidos los seres humanos- son muy divergentes. En los últimos 100 millones de años, se han adaptado a casi todos los ambientes de la Tierra.
Una colaboración internacional de científicos del Proyecto Zoonomia -el mayor recurso de genómica comparativa de mamíferos del mundo- logró catalogar la diversidad de los genomas de 240 especies de mamíferos, que representan más del 80% de las familias de mamíferos. Incluyeron al oso hormiguero, el elefante africano de sabana, el damán de las rocas de manchas amarillas y el cebú, entre otros.
Sus hallazgos fueron recopilados en 11 artículos publicados en la prestigiosa revista Science. Allí señalan partes del genoma humano que han permanecido inalteradas tras millones de años de evolución. Dan información que puede arrojar luz sobre la salud y las enfermedades humanas.
El equipo de Zoonomia ha demostrado cómo la genómica comparativa no sólo puede arrojar luz sobre cómo ciertas especies logran hazañas extraordinarias, sino también ayudar a los científicos a comprender mejor las partes del genoma humano que son funcionales y cómo podrían influir en la salud y la enfermedad.
Los investigadores identificaron las regiones de los genomas, a veces sólo letras sueltas de ADN, que más se conservan, o que no han cambiado, entre las especies de mamíferos y millones de años de evolución, regiones que probablemente sean biológicamente importantes.
A través de uno de los estudios, se encontró que al menos el 10% del genoma humano se mantiene prácticamente inalterado en todas las especies. Muchas de estas regiones se encuentran fuera del 1% de genes que dan lugar a proteínas que controlan la actividad de las células.