El avión presidencial deja México tras venta a Asia

Tayikistán, una ex república soviética, es el destino de la aeronave despreciada por el gobierno mexicano de la cuarta transformación.

El controvertido avión presidencial ha dejado México. La nave, objeto de acaloradas críticas por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, salió la tarde  del viernes del hangar en el Aeropuerto de Ciudad de México, donde ha permanecido a lo largo del sexenio del morenista a la espera de ser comprada, lo que ocurrió el 20 de abril, cuando el mandatario anunció que el aparato ya tenía dueño: fue vendido a Gobierno de Tayikistán por 1.659 millones de pesos, alrededor de 92 millones de dólares. El avión, un Boeing 787, ha partido a las 16.18 rumbo a Estados Unidos, donde según funcionarios del Gobierno recibirá mantenimiento y será pintado antes de entregarlo a su nuevo propietario.

Venta.  López Obrador había celebrado con júbilo la venta al Gobierno asiático, una exrepública soviética sobre la que el Kremlin de Putin tiene mucha influencia. El mandatario había dicho que se sentía “contento, como los nuevos ricos” e informó que el dinero adquirido por la venta de la nave fue depositado en las cuentas del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) y que se invertirá en la construcción de dos hospitales en Tlapa (Guerrero) y Tuxtepec (Oaxaca), en el sur del país.

Lujo.  El presidente había criticado el avión, al considerarlo un lujo innecesario, del que se quiso deshacer desde que tomó las riendas de la presidencia en diciembre de 2018. Para López Obrador era un derrocho el costo del mantenimiento del aparato, del que dijo que “no lo tiene ni Obama ni Trump”. La nave había sido adquirida por 7.500 millones de pesos (218 millones de dólares) durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012) y fue ampliamente usada por Enrique Peña Nieto mientras fue presidente de México.  El avión, un 787 Dreamliner, tiene una capacidad para trasladar a 80 pasajeros. Jorge Mendoza, director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) ha afirmado que la venta del avión generará “un ahorro de más de 332 millones de pesos” de intereses que pagaba el Gobierno federal a Banobras por el arrendamiento. Mendoza explicó que el Estado gastó 80 millones de dólares en el equipamiento del aparato, lo que incluyó una suite presidencial, una recámara de descanso, asientos de lujo, cada uno con su propia pantalla, escritorio, máquina para correr, salas y que se invirtieron otros 23 millones de dólares en refacciones y accesorios.

Inconveniente. "Lo que hicimos fue vender ese avión, que ni siquiera se podía usar en México porque era para volar cinco horas, porque si se volaba menos tiempo se dañaba, era para ir a Europa en 10 horas sin recarga de combustible.

Pudieron haber comprado un avión más pequeño para ir a Oaxaca, a Hermosillo, a Tijuana o Mérida.  No era recomendable técnicamente usar ese avión para ir a Guadalajara o Monterrey".

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