La muerte de AHMSA estuvo a escasos 300 segundos de ocurrir. La llamada que informaba el pago salarial la salvó de un daño irreversible.
El sindicalismo dormido y en la cuna del patrón… ¡Despertó! en una turbulenta jornada obreros de la sección 147 y 288 tuvieron a AHMSA en sus manos: mientras que los primeros obtuvieron el pago de tres conceptos atrasados tras la amenaza de dar “el tiro de gracia a la empresa”, los segundos lograron el pago de la prohuelga; bloqueos en los accesos a AHMSA y el bulevar Pape, que registraron conatos de violencia y la segunda toma de la siderúrgica fueron los detonantes. Simultáneo a todo esto empleados de confianza encerraron a sus superiores para obtener nula respuesta del salario de tres quincenas.
Un número de 200 trabajadores de la planta 2 llegaron a la sede del sindicato de la 288 y firmes encararon a sus líderes encabezados por Francisco Ríos Treviño. Exigieron el pago del fondo de prohuelga y tras explicarles que el recurso tiene diversos candados al ser una cuenta de inversión, los obreros aseguraban no creer que existiera y nombraron una comisión de cinco para acompañar a sus representantes al banco, el conato de riña no se hizo esperar, pero no pasó a mayores.
Toman banco. Media hora después, en una improvisada marcha bajo un castigante sol, los trabajadores llegaron a la sucursal bancaria ubicada en Pape con Guadalajara de la colonia Guadalupe donde ingresaron solo seis, mientras que el grueso del contingente esperó en el camellón. Simultáneo a esto, empleados de confianza, tras reunirse en el monumento del Ave Fénix se desplazaron a las oficinas de Resguardo Corporativo (antes Servicios Monclova) donde dialogaron con la directora de Recursos Humanos de AHMSA, Mónica Elizondo, a quien le exigieron el pago de tres quincenas atrasadas, pero rotundamente recibieron un “No hay dinero”.
Era como si todos los trabajadores de Altos Hornos de México se hubieran puesto de acuerdo para explotar. El reloj marcaba ya las 10 de la mañana y los agremiados a la sección 147 llegaron a las puertas 1 y 3 del “gigante acerero” donde taponearon las entradas para evitar que ingenieros y técnicos ingresaran o salieran. A las 11:40 la quema de llantas no se hizo esperar y en cada uno de los accesos estuvo el fuego para dificultar el paso.
Cinco minutos antes de las 12:00 horas, Francisco Ríos comunicó, tras salir de Afirme que en los fondos existen poco más de nueve millones de pesos que corresponden a los descuentos hasta de la semana 50, pero también tenían que tomar en cuenta el desfalco millonario del cual ex funcionarios sindicales están en proceso penal. Son mil 263 trabajadores en total de la siderúrgica 2.
Los funcionarios dijeron que no se cobraría ningún tipo de penalización por adelantarse a la inversión y los 200 que acudieron a la marcha se anotarían para ser los primeros en recibir el recurso cuyo cheque se liberaría el día de hoy y se pagaría el sábado. Pero, a cada obrero le faltaría poco más de 4 mil pesos por lo del fraude.
Estrangulan. A las 12:20 horas, agremiados de la 147 iniciaron la marcha para bloquear el bulevar Pape no sin antes dejar guardias en los accesos. “El estrangulamiento” en la principal arteria monclovense hizo su efecto: El embotellamiento fue tal que incluso se registró una carambola vehicular; la desesperación de los automovilistas generó que uno se enfrentara con “la raza” originando una fugaz riña donde el ciudadano se llevó un rosario de puñetazos en la cara.
Casi una hora después decidieron desalojar el Pape y se consideró primero llegar a la planta 2 y desactivar el Alto Horno 5, pero al deliberar que de eso se tenían que encargar los afiliados de la 288 retornaron a la planta 1 con un solo objetivo: la coquizadora.
A la una y media de la tarde llegaron a esa área, “la única viva” de “la uno”, pero esta vez la amenaza no era bloquear pipas sino…¡Interrumpir de lleno el suministro de gas en los hornos!.
Dieciocho minutos después, Ismael Leija Escalante líder nacional democrático junto a decenas de obreros se dirigieron a la planta tratadora de agua donde cerraron las válvulas generales cortando el flujo gris que abastece a la empresa Ternium. Fidencio De León, secretario general de la 147 comunicó a los manifestantes, a un lado del gasómetro de la coquizadora, que daban dos horas de ultimátum para tener una respuesta favorable.
Eran las tres de la tarde cuando se recibió una llamada de “los de arriba”, según De León Montalvo, donde indicaban que el pago quedaría listo “un rato más” y esperarían una nueva llamada.
¡La situación era tan tensa que se podía cortar con tijeras! de cerrarse las válvulas, AHMSA se acabaría y paralelo a eso “los de confianza” al no tener respuestas a las tres y media cerraron con cadenas los portones de “Resguardo Corporativo” dejando encerrados a los trabajadores de oficina y a la directora de Recursos Humanos.
Lo que siguió fue esperar, los minutos se alargaron, los obreros buscaron la sombra entre los fierros y las tuberías ya deterioradas. Algunas, como las del anillo del gasómetro, mostraban el congelamiento en las uniones.
Tensión. Los trabajadores en el fondo sabían que, al desactivar los hornos, muy a su pesar, matarían a la empresa, pero, de no conseguir el sustento matarían a su familia de hambre. Resaltaban las pláticas de que Luis Zamudio, director ratificado de AHMSA, aseguraba que faltaba poco para que la situación se compusiera, otros recordaban lo ocurrido el martes cuando decidieron tomar la empresa y algunos más se referían a la situación que se vive en el Mineral de Hércules donde los mineros también se revelaron.
A las cuatro de la tarde con 55 minutos, la llamada finalmente llegó “Raza me están diciendo que a las cinco de la tarde queda listo el depósito, va a ser el premio de asistencia, la pensión alimenticia y los vales de despensa”, dijo Fidencio De León.
Eran 300 segundos los que separaban a los obreros de llevar el sustento o accionar la palanca mortífera para AHMSA. Todos miraban sus teléfonos, para que la aplicación marcara el depósito, se llegaron las cinco y ¡Nada!. Cuando las caras largas de los trabajadores mostraban la resignación de lo que se iba a hacer en la coquizadora, y los tacos de olla que habían comido se les hacía bola… ¡Diez minutos después llegó el recurso!.
El gusto para algunos fue efímero pues debían hasta tres semanas de retraso en el banco y ese no perdona, pero aun así quedaba para llevar lo indispensable al hogar.
Y mientras obreros de la 147 y 288 lograron parcialmente sus demandas quienes siguieron esperando el dinero fueron los empleados de confianza que nunca recibieron una respuesta salarial afirmativa “De perdido ellos tienen sindicato, pero a nosotros ¿quién nos defiende?”, dijo uno de los manifestantes.
Horas después, a las ocho con 40 minutos de la noche, Mónica Elizondo dialogó nuevamente con los empleados y les dijo que posiblemente en el transcurso del viernes se reflejaría el pago, pero era algo que no aseguraba.
Ante esta explicación, los de confianza decidieron hacer guardia toda la noche para evitar que alguien saliera de las oficinas hasta que se reflejara el depósito. Y así fue ese extraño jueves de primavera donde los obreros aliviaron momentáneamente su economía, aunque el nulo pago de la semana 16 y la 17 sea el detonante futuro de una nueva historia.