Pedigüeños, artistas callejeros, lavacoches y vendedores ambulantes optan por ganarse la vida laborando en los diferentes cruceros de la localidad.
En la localidad cada vez crecen más los índices de personas que optan por trabajar dentro de la informalidad con la finalidad de poder obtener ingresos para sostenerse económicamente en el día a día, prueba de ello son las personas que se mantienen laborando en los diversos cruceros del bulevar Pape, pues en cada semáforo hay quienes realizan diferentes tipos de trabajos.
Desde pedigüeños, vendedores ambulantes, lavacoches y hasta artistas, son las diversas personas que ocupan estas áreas generalmente desde temprana hora del día y hasta la tarde, estos trabajadores aprovechan cuando los semáforos cambian a luz roja, para ofrecer a los conductores productos como comida, juguetes, artículos para autos e incluso shows de comedia, números musicales, malabares etc, con la finalidad de recibir propinas a cambio. Normalmente, trabajan los 7 días de la semana desde las 6 de la mañana en adelante. Sus ganancias solo dependen del producto o servicio que estas personas ofrezcan y el tiempo que se mantengan activos, por lo que pueden ganar desde 200 hasta 600 pesos diariamente.
Necesidad. En un recorrido que El Tiempo Monclova realizó por diversos cruceros en la ciudad, se pudieron localizar a diversas personas trabajando, por lo que Lucio Peña Morales, un pedigüeño de la tercera edad compartió un poco de su historia, señaló que él tiene casi 80 años y desde hace 12 años se dedica a pedir dinero en los diversos bulevares de la ciudad, su jornada empieza desde las 7 de la mañana y termina a la 1 de la tarde aproximadamente, aclaró que él comenzó a laborar dentro de la informalidad a raíz de perder una parte del pie, derivado de una enfermedad, por lo que su movilidad y agilidad para trabajar dentro de la formalidad se vio afectada, por lo que por ahora esto es a lo único que se puede dedicar, aclaró que al ser un adulto mayor que no depende económicamente de nadie, tiene que buscar la manera de poder tener el sustento de cada día, por lo que esta fue una gran opción para él. “Estoy solo, yo mismo tengo que buscar la manera de sostenerme económicamente, para mí es más que suficiente conseguir 200 pesos diariamente, con eso me alcanza para comer y vivir al día, sin embargo, por mi condición física y edad, el salir cada día a trabajar se vuelve más cansado y complicado”, agregó.
Responsabilidad. Por otra parte, el también pedigüeño, Roberto García Alvarado, dio a conocer que desde hace aproximadamente 1 año decidió salir de su ciudad natal (Saltillo) para conseguir mejores oportunidades, por lo que Monclova fue para él una gran opción, destacó que al ser una persona con discapacidad, ya que, carece de ambos brazos, para él es imposible poder entrar a trabajar a una empresa o comercio, por lo que optó por comenzar a pedir propinas en las calles de la ciudad, señaló que en su entidad de origen dejó a su familia, sin embargo, tiene que cumplir con las responsabilidades económicas que esto implica, por lo que decide laborar por largas jornadas durante el día, pues incluso tiene que pagar renta, luz y agua para poder vivir dignamente en la localidad.
Diversidad. Sin embargo, no solamente los pedigüeños laboran por los bulevares de la ciudad, pues los comerciantes ambulantes, han visto esto como una gran opción para ofrecer sus productos, el tráfico que tiene la ciudad es para ellos una gran oportunidad para poder obtener ganancias, sobre todo en horas estratégicas como en las mañanas cuando todos van a trabajos y escuelas o al mediodía, cuando la gente sale a comer, incluso se llegan a apreciar a personas de otros países laborando, pues hay migrantes que decidieron ya no salir de la ciudad y quedarse a trabajar aquí al ver la gran respuesta económica que pueden tener.
Riesgos. Los artistas callejeros y payasos son otro tipo de trabajadores que se ganan la vida de igual manera, estableciéndose en puntos estratégicos para presentar sus números y consecuentemente pedir propinas a los conductores. De igual manera hay quienes ofrecen servicios de limpieza para los autos, por lo que se pueden ver a personas limpiando vidrios bajo los semáforos, lo que conlleva un gran riesgo y agilidad, pues tienen que calcular bien el tiempo para hacer su trabajo completo antes de que los carros se pongan en movimiento de nuevo, arriesgándose a no alcanzar a recibir la propina.