Desde hace algunos meses se han puesto de moda algunas herramientas de inteligencia artificial al hacerse públicas, eso ha permitido por un lado explorar a nivel de usuario una serie de programas de machine learning, y por otro a su mejora al ser entrenadas a través de la información que preguntamos. Se ha escrito mucho al respecto, en una entrega anterior comentaba que en sí no son inteligencia como tal, sino modelos avanzados de lenguaje. Sin embargo, se ha lanzado una competencia feroz de las principales tecnológicas para crear sus propias máquinas para ir creando herramientas similares.
Ya hemos comentado algunos de los beneficios de uso, como el hecho de mejorar algoritmos de programación, de generar imágenes y contenido de forma rápida y últimamente para la generación de publicidad. En días pasados el buscador más popular, Google, anunció en un evento privado llamado AI-Powered ads 2023 la idea de generar publicidad potenciada por la inteligencia artificial. Ahí debería prendernos un foco rojo por las implicaciones que eso lleva. Ya ahora existe algo de paranoia en algunos de nosotros por el hecho de que la publicidad “nos sigue”, basta hacer alguna búsqueda para que, después de ello, nos muestren publicidad relacionada.
No sólo eso, sino que el nivel de personalización está tan segmentado que puede causar angustia si nos ponemos a pensar al respecto, el hecho de que sepan tanto de nosotros, de lo que queremos y que no es más que lo que damos a conocer en las redes sociales, en las búsquedas, etcétera. Ya se han dado casos donde Chat GPT genera información a usuarios de lo que otros le han dicho, como datos personales y que no debería suceder.
Google por muchos años ha sido el rey indiscutible de internet, sin duda es el buscador más utilizado y aunque en últimos meses ve un peligro en la competencia como TikTok y otras redes que han dejado de ser sólo eso, redes sociales, que se han convertido en sí mismas en buscador, posicionador de tendencias en música, moda e incluso información.
Aún así, en todo este tiempo, quien probablemente más información de nosotros sin duda es el buscador, que por años hemos alimentado con la información de lo que buscamos, con los códigos de seguimiento mediante su publicidad y análisis de sitios web (Google Analytics es el dominante en este rubro, implementado en casi todos los sitios web y aplicaciones que existen), de tal forma que pensar en que todos esos datos los pueda utilizar para crear anuncios personalizados y vender la información a quien más pague por ello, causa un poco de escalofrío. De por si, la publicidad ahora es tan segmentada y precisa, no podemos imaginar lo que será al ser creada con inteligencia artificial, en beneficio de quien quiera comprar el servicio y en perjuicio de nuestra endeble privacidad en la red.
Ya no solo podría mostrarnos productos o servicios de lo que ahora queremos, sino lo que podríamos querer a futuro. Todos los agoreros del pasado, incluso la ciencia ficción, han sido rebasados por la realidad que ahora vivimos y lo que falta.
Evidentemente no todo lo relacionado a la inteligencia artificial es malo, como cualquier herramienta, debemos adaptarnos y sacar provecho de ello, porque quien no lo vea como una oportunidad, se quedará anclado al pasado.