La puesta en escena está integrada por varios fragmentos de piezas del compositor italiano Rossini
Acercar la ópera al público más jóven es uno de los propósitos principales que tiene el montaje “Fígaro y el Alquimista”, que está integrada por varios fragmentos de piezas del compositor italiano Rossini.
“Le llamamos ópera de ciencia ficción para jóvenes audiencias, es una historia para toda la familia en tono de comedia, trata de un viajero en el tiempo que llega en la época de fígaro y le enseñan cosas de la ciencia para mejorar el futuro”, señaló el creador de esta obra, Óscar Tapia.
Tapia contó que su intención al realizar el montaje era tener un libreto, combinarlo con ópera clásica para hacerlo divertido y compartir esta música con las nuevas generaciones.
“Todo lo que aporte a la cultura y a la educación de los niños y jóvenes siempre va a ser bueno. Esto de escribir obras para las infancias es nuevo y la ópera que hay, normalmente es contemporánea, para mí lo importante era hacer un libreto con óperas para niños”, dijo.
Indicó que la moraleja que tiene la historia, que estará musicalizada por la Orquesta Filarmónica de Atizapán, es acercar al individuo hacia la ciencia, que busque el conocimiento y el desarrollo del ser humano.
“Resulta que el doctor quiere hacer una pócima de la felicidad, pero se dan cuenta que la felicidad es algo que se tiene que llevar a cabo día tras día, no existen fórmulas mágicas”.
“Fígaro y el Alquimista” se estrenó en Texcoco, después se presentara en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM y ahora estará este domingo a las 18:00 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, mientras que los sábados y domingos de julio dará funciones en el Teatro de las Artes, del CENART.
Tapia hizo la historia durante el inicio de la pandemia, basándose en el personaje conocido de Figaro, que tiene que ver con la ópera y poco a poco se fue gestando hasta que se hizo realidad.