Los primeros informes indicaron que Arnoldo Horacio Guillén Monterrubio fue detenido el martes anterior por la policía porque presuntamente distribuyó propaganda de la oposición.
El arquitecto mexicano-nicaragüense, Arnoldo Horacio Guillén Monterrubio, de 61 años, se convirtió esta semana en una nueva víctima de la represión política en Nicaragua, con un violento y sorpresivo arresto ejecutado por fuerzas policiales, denunciaron este sábado fuentes familiares y opositoras de ese país.
Reconocido como un discreto opositor al cuestionado régimen del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, Guillén fue detenido la mañana del martes anterior al cumplirse ese día el quinto aniversario del estallido de las multitudinarias protestas antigubernamentales en esa nación en demanda de democracia y de libertad, dijeron las fuentes.
Los relatos sobre la captura precisaron que ocurrió en una zona pública de la ciudad de Corinto, en el noroccidental departamento (estado) del mismo nombre, en momentos que supuestamente acudió a un sitio a distribuir propaganda, panfletos o calcomanías blanco y azul, colores que son el símbolo de la oposición política de Nicaragua, describieron.
Tras ese operativo, una patrulla policial lanzó sorpresivamente ese mismo día por la tarde un allanamiento a un hostal en el que Guillén se alojó temporalmente en Chinandega, obligó a la dueña del lugar a desactivar las cámaras de seguridad e incursionó a la habitación del mexicano-nicaragüense para un registro, de acuerdo con datos.
El despliegue en la posada se produjo “con lujo de violencia”, reportó la página digital del periódico La Prensa, el principal de Nicaragua. “Guillén es opositor de la dictadura de (…) Ortega y (…) Murillo, aunque ha mantenido sus acciones con un bajo perfil para no sufrir algún tipo de represión”, informó.
“Los agentes policiales al momento de su detención también lo despojaron de su camioneta”, precisó el medio, que funciona desde el exterior de Nicaragua con sus periodistas en el exilio y solo existe en su versión en internet tras quedar obligado a suspender su edición impresa por el acoso político, policial y tributario de Ortega y Murillo.