Lo que está está en juego es el acceso al fármaco mifepristona en todo el territorio estadounidense.
La Corte Suprema de Estados Unidos debe pronunciarse este miércoles sobre una píldora abortiva de amplio uso en el país, que se encuentra en el centro de un rompecabezas legal desde que un juez sembró confusión al querer suspender su vigencia.
Menos de un año después de revocar el derecho constitucional al aborto en el país, el alto tribunal de mayoría conservadora fue llamado a examinar el tema por el gobierno de Joe Biden después de fallos judiciales contradictorios.
Lo que está está en juego es el acceso al fármaco mifepristona en todo el territorio estadounidense.
En combinación con otro medicamento, la mifepristona se usa para más de la mitad de los abortos en Estados Unidos. Más de cinco millones de estadounidenses ya lo han tomado desde su autorización por parte de la agencia estadounidense de medicamentos FDA hace más de 20 años.
La actual saga legal comenzó cuando, tras una demanda de una coalición de grupos antiaborto, un juez federal en Texas retiró la autorización de comercialización de la mifepristona el 7 de abril. A pesar del consenso científico, consideró que planteaba riesgos para la salud de las mujeres.
La administración Biden recurrió el fallo y un tribunal de apelaciones permitió el 12 de abril que la píldora abortiva siguiera autorizada, pero limitó las facilidades de acceso otorgadas por la FDA a lo largo de los años: restringió el uso del fármaco a las siete semanas de embarazo, en lugar de 10, y prohibió su envío por correo.