Ambos clubes no han tenido reparo alguno para lanzarse agudos dardos, y a todas luces ha quedado maltrecho.
Los días de una sana rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid se acabaron.
La que solía ser una relación cordial entre los gigantes del fútbol español ha adquirido un tono tóxico tras el más reciente escándalo que remece al Barcelona por los pagos realizados a la otra vicepresidente del comité de árbitros.
Ambos clubes no han tenido reparo alguno para lanzarse agudos dardos, y a todas luces ha quedado maltrecho.
“Están tocadas”, resumió el presidente del Barcelona, Joan Laporta, sobre la situación. “Nosotros hemos mantenido una relación de concordia institucional con todos los clubes, Madrid incluido. El clásico es el mejor espectáculo del mundo, y hay una relación de máxima rivalidad. Para mí hay una relación de concordia institucional que ha sido perjudicada y dañada. Pienso que es un ejercicio impropio de un club como el Madrid”.