Un Falcon 9 de SpaceX lanzó el sábado en una misión compartida el satélite The GroundBreaker de la empresa española Sateliot. Se trata del primer satélite con tecnología estándar 5G en la órbita baja terrestre, y el primer lanzamiento de una futura constelación de 250 nanosatélites que busca ofrecer conectividad 5G desde el espacio para dispositivos del Internet de las cosas.
Con un peso de apenas 10 kg, el Sateliot_0 “The GroundBreaker” puede cubrir un área tres veces más grande que el estado de Texas. El satélite fue fabricado por la compañía búlgara EnduroSat y tiene un módulo integrado que permite la conexión directa con dispositivos NB-IoT, una red específica para el Internet de las cosas. Cualquier dispositivo IoT con soporte 5G que esté actualizado al estándar Rel 17 NTN podrá conectarse. Es un estándar reciente en el que Sateliot ha hecho grandes contribuciones, en parte gracias a lo aprendido tras el lanzamiento de un satélite previo que la empresa puso en órbita en 2021.
“Sateliot ha sido gracias a este satélite la primera empresa del mundo del espacio en número de aportaciones al estándar”, dijo a Gizmodo Jaume Sanpera, CEO de Sateliot. “Podemos decir que hemos desarrollado el nuevo estándar al mismo tiempo que desarrollamos la tecnología para conectarlo”.
The GroundBreaker funciona en las frecuencias comunes del 5G, que son las bandas S y L. La idea es que empresas de logística, agricultura, ganadería, transporte marítimo, ferrocarril y aeronáutica puedan saltar de una red 5G terrestre a una no terrestre sin necesidad de comprar ningún hardware adicional, como antenas o módems.
Sateliot se ha asociado con Telefónica para demostrar el funcionamiento de su sistema en itinerancia: la empresa conectará un equipo 5G IoT a una antena terrestre de la operadora, se moverá a una zona fuera de cobertura y, si todo sale bien, seguirá pudiendo mandar mensajes en roaming gracias a la conexión transparente del dispositivo con el satélite.
Hasta tres veces se reunieron los empleados de Sateliot en las oficinas de Barcelona y San Diego para ver el lanzamiento, que se venía abortando desde hacía días por las condiciones climáticas. La misión Transporter-7, en la que SpaceX transportaba 51 cargas útiles, despegó finalmente a las 8:48 CET del sábado desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg de California.
Las misiones compartidas del programa rideshare de SpaceX parten de los 275.000 dólares, pero en el caso de Transporter-7 cuestan 1 millón de dólares de media. El Sateliot_0 “The GroundBreaker” iba conectado a un desplegador en forma de caja, un sistema de colocación orbital a bordo del cohete. Este desplegador cuenta con mecanismos que impulsan al satélite una vez en órbita.
Sanpera dijo a Gizmodo que The GroundBreaker tiene un periodo de puesta en marcha de cuatro semanas, durante el cual el equipo realizará pruebas para verificar que el satélite esté recibiendo energía de sus paneles solares y que funcionen correctamente. Al mismo tiempo, se realizarán comprobaciones para garantizar que el resto de los sistemas del satélite estén listos para funcionar. Sateliot no puede declarar el satélite como operativo hasta después de que hayan pasado las cuatro semanas, añadió el CEO.
“Antes de fin de año lanzamos cuatro satélites más que formarán la primera constelación comercial para empezar a dar servicio en todo el mundo a principios del año próximo”, explicó Sanpera.
Lanzar 250 nanosatélites antes de 2026, incluyendo estos cinco iniciales y otros 60 el año que viene, no es la parte más ambiciosa del plan. Sateliot planea alcanzar los 1000 millones de euros en ingresos y un EBITDA de 370 millones de euros ese año, conectando a empresas de todo el mundo para dejar atrás la idea de que el Internet por satélite es costoso. Al menos el Internet de las cosas.