BERLÍN.- Al menos 40 soldados turcos de alto rango que trabajaron en instalaciones de la OTAN en Alemania, pero fueron suspendidos tras el fracasado golpe de estado en Turquía en julio pasado, solicitaron este sábado asilo en Alemania.
Los informes de las solicitudes de asilo presentadas por soldados turcos en Alemania llegaron cuando la canciller Angela Merkel se prepara para viajar a Turquía, donde se reunirá con el presidente Recep Tayyip Erdogan, informaron este sábado la revista Der Spiegel y la emisora ARD.
Der Spiegel cita fuentes de las filas conservadoras de la canciller que apuntan a la imposibilidad de repatriar a esos soldados a Turquía, ante el peligro de que, una vez allí, ingresen de inmediato en prisión.
"Las solicitudes de asilo son desde el punto de vista legal legítimas y no puede atenderse ahí a consideraciones de oportunidad política", apuntó el presidente de la Comisión de Exteriores en el Bundestag (cámara baja), Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Dos de los militares turcos, cuya identidad no se revela, argumentan ante el semanario que, en caso de ser entregados a Turquía, corren peligro de sufrir torturas en prisión y rechazan haber tenido nada que ver con la intentona golpista del pasado año.
Los lazos entre los dos socios de la OTAN entraron en un periodo de tensión por un presunto espionaje de clérigos turcos en Alemania, y las preocupaciones alemanas por la represión de Turquía contra los disidentes.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, señaló en una conferencia en noviembre pasado que algunos militares turcos enviados a la organización en Europa habían pedido asilo, pero no dieron números específicos.
Turquía había retirado a cientos de altos funcionarios militares sirviendo en la OTAN en Europa y Estados Unidos después del golpe. La mayoría regresaron a Ankara, pero algunos optaron por no regresar, temiendo represalias.