El dirigente español habló con Emiliano Nunia, que lo entrevistó para su programa 'Súper Deportivo Radio', que se emite por la radio argentina Villa Trinidad y allí desveló sus verdades sobre el posible retorno del crack al lugar donde se moldeó: "Para mí es un tema que está dividido en dos partes. Me gustaría que Messi termine su carrera en el Barcelona, pero en el tema económico, el club está en un tema delicado y tiene que rebajar su presupuesto en más de 200 millones de dólares y por eso no veo que pueda caber el contrato de Messi, aunque Leo estuviera dispuesto a bajar sus condiciones. Me pareciera muy difícil que ocurra".
Y ahondó más en su percepción: "Yo soy escéptico en esa situación. No veo que la situación económica del Barcelona pueda mejorar en tres meses como para pagarle el contrato a Messi. Me cuesta creerlo y no por Leo, sino por la situación del club. Primero, Messi tendría que querer venir al club y, por un par de años, tendría que recibir una cantidad simbólica de plata y no el contrato que se merece porque Barcelona no se lo puede pagar. Hoy, no le veo viabilidad a su vuelta".
Pero el dirigente cree que a Messi le haría muy bien volver a Barcelona: "Yo si fuera Messi volvería al Barcelona, porque el tiene una situación económica buena. No va a sufrir para vivir toda su vida. Yo, en su lugar, elegiría volver y pensaría en disfrutar. ¿Y dónde disfrutó mas, aparte de la Selección Argentina?. ¡En Barcelona y en el FC Barcelona!".
La esperanza de que Laporta actúe, también entra en los cálculos de Minguella: "Joan Laporta quedó muy mal con la salida de Messi. Estoy seguro un golpe de efecto suyo para volver a incorporarlo porque Messi puede hacer historia si regresa al club. Del Barcelona se fueron estrellas como Kubala, Cruyff, Maradona y en el caso que quiera volver, marcaría un hecho inédito para el club. Un jugador de gran nivel que se fue y que vuelva gratis".
Y para el final se despachó con una anécdota de la época en la que Messi aún era un proyecto: "Leo solía venír a casa cuando hacíamos algún asado. Recuerdo una en concreto a la que vino Riquelme y aún puedo verlo sentado en el fondo de una mesa desde donde miraba con timidez, por debajo del pelo, a Riquelme. Lo observaba como si fuera un Dios futbolístico. Leo tenía 14 años, llevaba la 10 en las inferiores y Román era el 10 del Barcelona. Luego Riquelme fue un gran jugador, pero Messi fue mucho mejor".