El universo está repleto de misterios que los científicos llevan intentando desentrañar desde hace siglos. La materia oscura es uno de los que aún esquiva nuestro entendimiento, ya que no interactúa con la luz ni con otras formas de radiación electromagnética, al igual que la energía oscura o los agujeros negros, de ahí que sea tan difícil de estudiar. Solo interactúa con la gravedad. Ahora, un equipo de investigadores ha logrado crear el mapa más detallado de la materia oscura hasta ahora gracias al Telescopio de Cosmología de Atacama.
El nuevo mapa no solo es el más detallado hasta la fecha de esta materia invisible, sino que confirma la teoría de Albert Einstein de cómo las estructuras cósmicas colosales crecen y curvan la luz a lo largo de cerca de 14.000 millones de años del universo (13.770 millones de años).
Los científicos de la colaboración del Telescopio de Cosmología de Atacama (ACT) han creado una nueva imagen innovadora que revela el mapa más detallado de materia oscura distribuida en una cuarta parte de todo el cielo, extendiéndose profundamente en el cosmos.
Para rastrear la materia oscura, la astrónoma Neelima Sehgal de la Universidad de Stony Brook y más de 160 astrónomos de todo el mundo han construido y recopilado datos del Telescopio de Cosmología Atacama de la NSF en los Andes chilenos. Rastrearon cómo la atracción gravitacional de estructuras grandes y pesadas, incluida la materia oscura, deforma el CMB (fondo cósmico de microondas) en su viaje desde el amanecer de la formación del universo (cuando el universo tenía solo 380 000 años) hasta nosotros, como una lupa desvía la luz cuando pasa a través de su lente (lo que conocemos como lentes gravitacionales).
Los nuevos resultados contradicen los mapas previos de materia oscura que sugerían que la red cósmica, la gigantesca red de superautopistas celestiales entrecruzadas de gas de hidrógeno y materia oscura que se extiende por todo el universo, es menos grumosa en relación a lo que predijo la teoría de Einstein.