¿Has conocido a una persona así, o tenido una pareja con este problema? Nosotros te contamos más al respecto.
¿Has escuchado del Síndrome de Peter Pan? Si tu respuesta fue no, déjanos decirte que este término se refiere a aquellas personas que parecen nunca crecer o madurar desde la infancia (de ahí la relación con el personaje del cuento de Peter Pan), por lo cual suelen generarse problemas con sus vínculos afectivos y relaciones.
¿Qué es el Síndrome de Peter Pan?
De acuerdo con un artículo de Choosing Therapy, el síndrome de Peter Pan, también conocido como “complejo de Peter Pan”, es una condición en la que los adultos continúan aferrándose a ciertas tendencias de la infancia. En lugar de sucumbir a los aspectos socializados de la edad adulta, estas personas esencialmente permanecen tienen problemas para aceptar la responsabilidad y aventurarse por su cuenta.
Aunque no es una condición clínicamente diagnosticable en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), existe evidencia continua que respalda la idea de que es una condición real con la que muchas y muchos luchan.
Aunque a menudo se relaciona con hombres, no es exclusivo de ellos.
Si no se aborda esta afección a tiempo, es posible que se exacerbe. No es raro que las personas que exhiben el Síndrome de Peter Pan vivan en casa de sus padres hasta bien entrados los 30, 40 e incluso 50 años.
¿Qué causa este síndrome?
Según Medical News Today, hay poca investigación sobre el síndrome de Peter Pan, por lo que los psicólogos no saben exactamente qué causa sus comportamientos ni existe un concenso. Algunos expertos postulan que tener padres sobreprotectores puede hacer que una persona sea más propensa a desarrollarlo.
La lógica detrás de esto explica que cuando los niños están sobreprotegidos, no siempre desarrollan las habilidades que necesitan para enfrentar los desafíos de la vida real. Cuando lleguen a la edad adulta, pueden esperar el mismo entorno seguro y privilegiado de la infancia.
El doctor Dan Kiley, quien acuñó el término en su libro de 1983, “El síndrome de Peter Pan: hombres que nunca han crecido”, dice que las semillas del Síndrome de Peter Pan se siembran en la infancia. Los síntomas pueden comenzar a aparecer alrededor de los 11 o 12 años de edad y, a medida que el niño avanza hacia la adolescencia, se vuelven más frecuentes, según recopila Medical News Today.
¿Cómo saber si tu pareja tiene el Síndrome de Peter Pan?
Es difícil saber si alguien que conoces tiene el Síndrome de Peter Pan, ya que no hay ningún síntoma oficial. Pero hay algunas formas comunes y, quizás, familiares que aparecen en la vida de ciertas personas. Lo siguiente puede ayudarte como señales de que alguien tiene este síndrome, pero debes recordar que esto no es un diagnóstico y todas las personas somos distintas.
1. Problemas con los planes a largo plazo
De acuerdo con la información de MindBodyGreen, alguien con el Síndrome de Peter Pan puede tener dificultades para estar en una relación a largo plazo, romántica o platónica. Su estilo de apego es cualquier cosa menos seguro, y es posible que no puedan comprometerse emocionalmente con otra persona.
Esto no significa que todos los que no quieran una relación a largo plazo tengan este síndrome. Pero si el miedo de asumir la responsabilidad de una relación sana o no querer crecer es el motivo de una ruptura, entonces tal vez.
2. Es dependiente
Puede ser una segunda naturaleza para alguien con el Síndrome de Peter Pan depender de sus padres o familiares. “Son incapaces de hacer algo que los ayudaría a sí mismos de una manera significativa o para realmente separarse de sus familias de origen”, le dijo a MindBodyGreen, el psiquiatra de niños y adultos Gauri Khurana.
3. Sin interés por el crecimiento personal
Hay un entendimiento general de que, a medida que envejeces, creces como persona. El crecimiento puede ser mínimo, pero es crecimiento. Pero cuando tienes el Síndrome de Peter Pan, no hay razón para crecer: disfrutas vivir la vida como siempre lo has hecho y no ves nada malo en ello.
4. Le resulta muy difícil tomar decisiones
La persona promedio toma un estimado de más de 35 mil decisiones cada día. Se podría decir que es una parte importante de ser adulto. Alguien con el Síndrome de Peter Pan puede evitar esto haciendo que otra persona tome la iniciativa.
5. Relación difícil con el dinero
No todo el mundo es inteligente con su dinero. Es posible que solo pienses en tus finanzas cuando gastas dinero o revisas tus cuentas, pero todavía estás pensando en ello. Sin embargo, para alguien con el Síndrome de Peter Pan, el seguimiento de las finanzas personales no es una prioridad. Incluso puede ser algo que eviten por completo, hasta que haya un saldo negativo en su cuenta.
6. Evita el conflicto y la confrontación
Alguien con el Síndrome de Peter Pan aún puede tener la madurez emocional de un niño. Entonces, cuando se trata de conflictos y confrontaciones, lo evitan lo mejor que pueden, a veces escapando de sus propias realidades y otras veces saliendo furiosos y encerrándose en el dormitorio, según MindBodyGreen.
¿Cómo ayudar a alguien con el síndrome de Peter Pan?
Como con cualquier otra condición de salud mental, ayudar a alguien con el Síndrome de Peter Pan comienza con la conciencia. Comienza por familiarizarte con los síntomas del síndrome y cómo los exhibe tu ser querido.
Luego, intenta iniciar un diálogo, ofrece tu apoyo, establece límites y recuerda que existe la posibilidad de buscar ayuda profesional.
Con las relaciones románticas, se aplican recomendaciones similares; sin embargo, según el tipo de conexión (es decir, citas casuales, compromiso, matrimonio, etc.), puede haber más en juego.
El primer paso siempre es discutir el tema directamente y establecer límites firmes. Aunque es probable que tu pareja requiera asesoramiento individual, la terapia de pareja puede servir como un excelente lugar para comenzar, según Choosing Therapy.