En una entrevista publicada conjuntamente por la BBC y el diario The New York Times, Bangalter explicó que este perfil artístico tan tecnológico fue perdiendo fuerza de forma progresiva, lo que llegó a su fin con la publicación de su último disco Random Access Memories, en 2013.
La pareja ofrecía en ese álbum una propuesta que, sin abandonar por completo el uso de vocoders y demás elementos digitales, daba más protagonismo al funk tradicional de los años 70 y a colaboradores 'humanos' como Pharrell Williams y Nile Rodgers. Su objetivo, señala Bangalter, pasaba precisamente por destacar que Daft Punk siempre ha estado "del lado de la humanidad y no de la tecnología". Bangalter dejó claro en la enttevista que no hay nada especialmente paradójico en la disolución de la banda. "Daft Punk era una forma de exploración que comenzaba con las máquinas y que terminaba alejándose de ellas", indicó sobre este proceso. "Me encanta la tecnología en su condición de herramienta, pero me aterroriza la relación que podemos establecer con las máquinas", se sinceró sobre el auge de la inteligencia artificial y el potencial dominio de este instrumento sobre las actividades tradicionalmente humanas.