Con la fiebre por los cortes wide leg, cargo, baggy o mom fit, parecía que los skinny jeans habían pasado a la historia, sin embargo, nunca fue así, únicamente tuvieron una presencia mucho más silenciosa durante las últimas temporadas.
Blazer y mules. ¡Este dúo no puede fallar! Para cualquier working girl, la comodidad es necesaria para mantenerse activa durante el día y los skinny jeans aportan lo necesario para lograr un look ganador: práctico y estilizado. ¿Qué más agregar? ¡Hay una gran cantidad de opciones! Una t-shirt blanca, una blusa, una camisa a cuadros, deja volar tu imaginación.
Negros con heels o flats. ¿Recuerdas aquel uniforme de las modelos en los 2000’s? Los jeans en color negro son un imprescindible y el corte skinny se convirtió en el estandarte para un look minimalista y súper chic, basta con agregar unos pumps o unas flats y una camisa blanca, un jersey, tu cazadora de piel favorita.
Cowboy boots. Las botas vaqueras le dan un twist a cualquier look y que mejor compañero que unos skinny jeans para permitir que luzcan completamente. Este match permite explotar la creatividad al momento de elegir la parte superior, desde una camisa blanca básica, hasta un top metálico o tu camiseta favorita.
Los skinny en piel. Para aquellos días o noches donde quieras sentirte como una rockstar, este par te ayudará a lograrlo, es cuestión de tomar el riesgo y divertirte con tu look.