La película se estrenó en mayo de 1984 en 200 salas, cifra enorme para la época
Desde un inicio, Andrés García siempre fue Pedro Navaja.
A inicios de los 80, el director Alfonso Rosas Priego y el escritor Ramón Obón comenzaron a delinear a este personaje de diente dorado, diestro con el arma blanca y galán entre las mujeres, pensando en García para interpretarlo.
El actor, que falleció esta tarde a los 81 años edad, había pasado en ese momento por un momento oscuro de la vida, alejándose de la profesión. Pero había demostrado su talento ante cámara en producciones como Tintorera, Carlos el Terrorista y Ámame.
Así que la misión de Rosas Priego era convencerlo de regresar al cine. Y lo logró. García se puso a sus órdenes, sin dar problema alguno en el set.
“Fueron ensayos de días, semanas, probándole la ropa, lo mandé con mi dentista para que le diera un diente de oro, lo metimos a clases de baile, siempre estuvo pendiente de todo.
“Hay una pelea hacia el final de la película en el billar, la cual pusimos durante cuatro día los stunt, Andrés y yo; fue tan buena, que me dieron un premio los exhibidores en Nueva York por ella”, relata Rosas Priego.
La película se estrenó en mayo de 1984 en 200 salas, cifra enorme para la época, pues eran tiempos en que las producciones nacionales arribaban con menos de 50 espacios.
“Y la gente la fue a ver, fue todo un éxito; aún ahora cuando la gente sabe que yo la dirigí, comienzan a cantar la canción de Rubén Blades”, apunta el cineasta.
La complicidad entre ambos creativos continuó cuando Andrés requirió utilizar al personaje, propiedad de Rosas Priego, en teatro.
“Llegamos al acuerdo de que lo podía usar y a cambio él estaría en la secuela a manera de flashback y así fue, siempre quedamos en buenos términos”, recuerda el cineasta.
Juntos trabajaron, además de "Pedro Navaja", en "El trinquetero y El niño y el Papa", cinta última en coproducción con Colombia, que tuvo buena respuesta del público mexicano.