El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez manifestó su molestia ante las decisiones de la FIA. Y es que, durante el Gran Premio de Australia, Checo tuvo que ser muy cauteloso para no sufrir un accidente en el circuito.
“El objetivo era un control de daños y es lo que hemos conseguido hoy. Fue un gran, gran lío con el tren de DRS al principio. Tenía que tomar mucho más riesgo si quería hacer algo más de progreso y probablemente no habría terminado la carrera o probablemente podría haber terminado un poco más arriba”, explicó Checo.
Pese a que logró posicionarse en el quinto lugar de la competencia, gracias a una “épica” remontada, el piloto no dudó en mostrar su inconformidad ante dos factores: la hora de inicio que decidió la FIA para la carrera y la creciente inseguridad que acompañó al circuito de Melbourne.
“Era necesario parar porque hubo muchos incidentes. Al final hubo caos y era necesaria la bandera roja. El último reinicio fue peligroso. En primer lugar, por el calentamiento y en segundo, porque no podíamos ver nada. No podemos competir en esas condiciones. Un día habrá un gran accidente si no podemos ver nada”, sentenció el piloto mexicano.
Durante el Gran Premio de Australia, Checo Pérez sumó once puntos y se adueñó del récord de la vuelta rápida.