La cancha del Jalisco vibró con uno de los Clásicos más vibrantes de los últimos años. Atlas y Chivas demostraron que están listos para pelear por un puesto en la Liguilla, en un duelo que dividió al estado y también los puntos, 3-3 final.
Guadalajara supo irse adelante hasta en tres ocasiones, pero la garra y el coraje de los Zorros lograron rescatar un empate que dejó un gran sabor de boca a todos los que estuvieron en la cancha o lo vieron por televisión. El juego fue vibrante desde el inicio. Chivas se sintió cómodo en la que fue su casa durante mucho tiempo. Alvarado escapó por la derecha. Roberto no soltó el balón pese a que tenía a Vega solito. El Piojo entró al área y definió de forma excelsa para adelantar a los rojiblancos. Guadalajara no soltó el ritmo del juego. El Charal Cisneros le repitió la dosis a la zaga rojinegra. Carlos disparó, con suerte, le botó a Vargas, Camilo no pudo taparla y tuvo que sacar la pelota del fondo de la red.
La Academia no se dio por vencida. Benjamín Mora insistió en la presión, Julián Quiñones fue el protagonista, después de que Furch le bajó el esférico y el Wacho falló, el colombiano la empujó. La esperanza nunca murió. Ozziel Herrera mandó empatado todo con un testarazo. La vuelta al campo no bajó las revoluciones. Chivas se quiso adueñar del estado, el Piojo Alvarado volvió a ser importante, tras varios rebotes, Vega la prendió de primera para vencer por tercera ocasión a Vargas.
Los rojinegros descuidaron la zaga en búsqueda del empate. Vega tuvo el cuarto, aunque no concretó. La valentía rojinegra tuvo recompensa. Furch estuvo cerca de marcar.