Señala que la delincuencia organizada aprovecha libertades en destinos vacacionales para la distribución de fármacos ilícitos
Cancún.- Elisa Norio, investigadora en crimen transnacional, consideró que la Alerta de Viaje emitida por el gobierno de Estados Unidos para México, “no solo es justa, sino correcta” y alertó sobre una nueva ventana encontrada por el crimen organizado en destinos turísticos, para la probable distribución de sustancias ilícitas, mezcladas con fentanilo, en farmacias que operan legalmente.
En entrevista, la especialista indicó que está plenamente documentado que en los centros vacacionales existen mayores libertades y menos restricciones para las y los turistas, con quienes autoridades, comerciantes e industria turística suelen ser más flexibles.
Esta condición –adviertió– es aprovechada por la delincuencia organizada para la distribución de fármacos ilícitos en polos vacacionales, como Cabo San Lucas y San José del Cabo, de acuerdo con una investigación realizada por Los Ángeles Times, que revela que algunas farmacias en México hacen pasar fentanilo y metanfetaminas como productos farmacéuticos legítimos.
“La Alerta de Viaje no solo es justa, sino correcta. México tiene que reconocer que hay riesgos enormes para su población y para sus visitantes, ante esta nueva vertiente del crimen organizado para utilizar una fuente de distribución licita, como son las farmacias, para vender sustancias ilícitas, incluso sin receta, porque los turistas no solo van a estos lugares por las lindas playas, sino porque saben que les dan todo lo que en sus países no encuentran.
Norio es estudiante de Doctorado en Políticas Públicas en Estados Unidos, colabora como estudiante graduada para el Terrorism, Transnational Crime and Corruption Center (TraCCC), el primer centro de investigación de la escuela de Políticas y Gobierno Schar de la Universidad de George Mason.
El centro está dedicado a comprender los vínculos entre terrorismo, crimen transnacional y corrupción, además de enseñar y capacitar a formular políticas en torno a esos tópicos. En marzo de 2021 publicó un artículo científico titulado “¿Por qué los centros turísticos son atractivos para el crimen transnacional? Caso Riviera Maya”, que es la base de su tesis de Doctorado, en proceso.
Distribución de fentanilo, la nueva amenaza para EU y México
Si bien reconoció que existe abundante evidencia sobre la operación de mafias que utilizan a los centros turísticos para cometer delitos, “la relación rara vez se analiza sistemáticamente”, “no se ha estudiado a fondo”.
En su artículo, ubica características clave para hacer de estos destinos atractivos para la comisión de delitos como el lavado de dinero, el narcotráfico o como sitios para esconderse de las autoridades.
Ahora, ve en la distribución de fentanilo a través de rutas lícitas, una nueva amenaza.
“Digo que la Alerta es justa porque Estados Unidos está lidiando con una epidemia de fentanilo, con miles de muertos de por medio, y México está ofreciendo canales legales para la distribución legal de sustancias ilegales que imitan los efectos del fentanilo y que pueden ser mortales para las personas.
“Veo esto como un nuevo gran reto para México. Si fuera la alcaldesa de Cancún, insisto, lo investigaría, mandaría a hacer inspecciones a farmacias para verificar si está sucediendo y si fuera el gobierno del estado invertiría en tecnología para fortalecer las técnicas de investigación, que no son suficientes”, sostuvo.
La Alerta de Viaje para las Vacaciones de Primavera 2023, emitida por Estados Unidos, no solo previene a su ciudadanía sobre la violencia y los homicidios en México, “incluso en destinos turísticos populares”, entre los cuales mencionó a Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
También señaló la compra-venta de drogas y cómo se han dado casos de ciudadanos estadounidenses que “se han enfermado gravemente o han muerto en México después de usar drogas sintéticas o píldoras recetadas adulteradas”; advierte sobre la compra venta de alcohol adulterado y sobre “medicamentos falsificados”.
Violencia se normaliza en México, señala investigadora
Norio subrayó que México vive “un momento muy delicado” y negar que en el país produce fentanilo se convierte en un “discurso alucinante”, que daña más, que reconocerlo y combatirlo.
“Estados Unidos está preocupado no solo por la violencia en México y cómo afecta esto a los estadounidenses que vacacionan, tienen negocios o viven en México, sino por el peligro que supone la venta de productos que imitan los efectos del fentanilo y se venden en las farmacias.
“Por otro lado, no creo que la Alerta disminuya la llegada de turistas. Es una sacudida que no va a modificar mucho. La gente, si quiere, seguirá yendo, porque no hay un incentivo para que el gobierno cambie las cosas”, consideró.
La investigadora lo atribuyó a una “normalización” de la violencia a nivel local, por parte de la población y de sus autoridades que llevan el mensaje de que “todo funciona” pese a índices de criminalidad que van en aumento y que parecieran no reflejarse o no tener mayores repercusiones, salvo el espanto social.
“Cuando yo consulto los periódicos locales veo noticias de personas desaparecidas, asesinadas, feminicidios, cuerpos acribillados, calcinados, ataques a bares, extorsiones, muertos en algunas playas, balaceras y delitos de alto impacto que ya son una cosa cotidiana y que incluyen a turistas que han muerto en hoteles o bares.
“También veo que el turismo sigue dando resultados; los turistas no disminuyen; es decir, el show sigue, porque ya hay una normalización de la violencia, no solo en Quintana Roo, sino a nivel país”, expresó.
La motivación principal de las autoridades locales, estatales y federales para actuar, ha sido –dice– la protección de la vida de los turistas, porque de eso depende el turismo, base de la economía, pero cuando se trata de la población, “no importa y menos si se trata de la población que habita en zonas marginadas”.
La especialista también menciona los asesinatos cotidianos en zonas marginales, la captación de juventudes para actividades de sicariato y halconeo o extorsión en su modalidad del cobro de derecho de piso; el “comercio destrozado” por la delincuencia, “sin que pase nada, sin que haya un costo político”.
“Hay una resiliencia social ante la criminalidad, que viene de la normalización del temor. La gente voltea la cara para no ver la muerte en la calle”, concluye.