En medio de protestas multitudinarias y huelgas, el gobierno cede, pero advierte que se evaluarán modificaciones y se volverá a plantear.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el lunes una "pausa" en el proceso de aprobación de la reforma de la justicia que se está estudiando en el Parlamento y que desató multitudinarias protestas en las calles desde hace casi tres meses.
En un mensaje al país, Netanyahu anunció que la adopción definitiva de los distintos proyectos de ley de la reforma se aplazaba a la próxima sesión parlamentaria que se abrirá tras las vacaciones de Pascua (del 5 al 13 de abril), cediendo así en parte a las exigencias de los opositores.
El gobierno se ha dado de plazo hasta la pausa del verano en julio para hacer los ajustes necesarios a la reforma, vista por la oposición y amplios sectores sociales como una amenaza para la democracia porque socava la independencia de la Justicia.
"Por responsabilidad nacional, en base al deseo de evitar una grieta en nuestro pueblo, decidí suspender la segunda y tercera lectura de la ley (de elección de jueces) en esta sesión parlamentaria para dar tiempo a tratar de llegar a un acuerdo amplio, en preparación para la legislación durante la próxima sesión", declaró el primer ministro, aunque no abandona por completo el proyecto, que espera salga adelante en los próximos meses.