De la elección de los jueces del Tribunal Supremo a las razones por las que un jefe de Estado puede ser declarado no apto, los cambios propuestos generaron indignación en la población.
Las voces que llamaban al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a detener la reforma judicial emprendida por su gobierno de extrema derecha aumentaban este lunes, un día después de que cesara a su ministro de Defensa por romper filas sobre este divisivo proyecto.
El presidente israelí, Isaac Herzog, urgió a pausar de forma inmediata el paquete de reformas "en aras de la unidad del pueblo de Israel", tras una serie de masivas protestas y una convocatoria de huelga general contra esta reforma.
Netanyahu y sus aliados ultraortodoxos y de extrema derecha defienden el paquete legislativo con el argumento de que debe reequilibrarse la correlación de fuerzas entre los cargos electos y la Corte Suprema, a la que consideran politizada.
Los intentos de abrir un diálogo entre la coalición gubernamental y la oposición han fracasado desde que el ministro de Justicia, Yariv Levin, anunció por primera vez el proyecto en enero.
Estos son los principales elementos de la reforma en marcha: