La audiencia continuará el jueves y en los meses siguientes la CorteIDH emitirá un fallo.
San José. El caso de la salvadoreña Beatriz, a quien se le impidió interrumpir su embarazo a pesar de que su salud corría peligro y que el feto no tenía probabilidades de vida, puso este miércoles en la palestra la prohibición del aborto en América con la llegada del asunto a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
En el primero de dos días de audiencia, la CorteIDH escuchó el testimonio de la madre de Beatriz, cuyo nombre también se mantiene bajo reserva, quien explicó que su hija "solo quería vivir y cuidar a su otro hijo" y que no comprende que "si había un tratamiento (de interrupción del embarazo) por qué la sometieron a esa tortura".
"Lo único que quiero es que se restablezca la imagen de Beatriz y que esto no le vuelva a pasar a ninguna mujer", afirmó la madre en su testimonio.
La mujer afirmó que su hija estuvo 81 días hospitalizada y que ello "fue una tortura para ella".
Según la demanda contra el Estado, Beatriz había sido diagnosticada con lupus eritematoso sistémico, nefropatía lúpica y artritis reumatoidea y un informe médico de 2013 consideró de alto riesgo el embarazo y posteriormente se diagnosticó que el feto era anencefálico, incompatible con la vida extrauterina.
"Era el mejor momento para interrumpir el embarazo porque no iba a haber supervivencia fetal", expresó Ortiz, quien lamentó que "solo nos quedaba cuidar la salud de ella y no lo pudimos hacer" debido a que en El Salvador está prohibido por ley cualquier tipo de aborto, incluido el terapéutico.
A las 26 semanas se le practicó a Beatriz una cesárea y el feto murió 5 horas después, lo que Ortiz calificó como un parto prematuro y no como un aborto.
Ortiz expresó que los médicos en El Salvador respetan las leyes y que durante su carrera ha conocido casos de "muchas mujeres que murieron por falta de acceso al aborto terapéutico".