Dormir es una de las acciones más reparadoras para el ser humano. Durante el periodo de descanso, el cerebro elimina sustancias tóxicas que se acumulan en la vigilia, por lo que tener una buena calidad del sueño es fundamental a cualquier edad.
En el marco del Día Mundial del Sueño, la Dra. Yoaly Arana Lechuga, coordinadora de la Clínica del Sueño de la UAM Iztapalapa, conversó sobre los factores que producen trastornos para dormir y que muchas veces pasan desapercibidos.
Al igual que sucede con cualquier otra enfermedad, es posible prevenir la falta de descanso con una serie de recomendaciones.
¿Cómo identificar si se padece un trastorno del sueño?
“Cuando hablamos de trastornos de sueño nos referimos a todo aquello que afecta la cantidad o calidad del sueño de las personas, o sucesos y eventos que ocurren mientras el paciente está dormido y que se consideran anormales”, explicó la especialista.
Al dormir, los músculos, la frecuencia respiratoria y cardiaca, así como la actividad cerebral disminuyen. Es aquí cuando el cuerpo comienza a prepararse para “descansar”.
Existen diferentes tipos de trastornos. “El más común es el insomnio, que es la incapacidad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador”, detalló Arana Lechuga.
Seguido, mencionó que hay padecimientos que afectan con mayor frecuencia el descanso en la población mexicana: “el trastorno respiratorio se caracteriza por pacientes que duermen suficiente, pero en el día se sienten cansados por sus propios ronquidos o apneas, las cuales no permiten que oxigenen constantemente”.
Otros trastornos se presentan mediante eventos anormales, como las parasomnias (o sonambulismo), y movimientos involuntarios de extremidades.
Pero ¿cuáles son las señales que indican la existencia de un problema al momento de descansar? Por supuesto, el diagnóstico de un médico es fundamental. Sin embargo, la Dra. Yoaly ofreció una guía básica para identificar si la calidad y cantidad del sueño son inapropiadas.
1. Estado anímico.
“Hay que ver cómo nos sentimos a lo largo del día. Si nos sentimos con energía, irritables, violentos o sí nos quedamos dormidos en momentos inapropiados”, añadió Arana Lechuga.
2. Disminución de habilidades ejecutivas.
Por ejemplo, sentirse distraído, no poder memorizar, dificultad para expresarse mediante el lenguaje, cometer errores por falta de atención, reflejos o tiempos de acción lentos.
3. Agentes externos.
En palabras de la doctora, la señal más evidente es si algún conocido o familiar hace consciente a la persona que al dormir ronca o se mueve constantemente.
4. Afecciones físicas.
A largo plazo puede aparecer cefalea, problemas gastrointestinales y alteración en el sistema inmunológico.
¿Qué hábitos cotidianos impiden una higiene del sueño?
La doctora puntualizó que las principales causas de los trastornos son hábitos inadecuados. “Tenemos que pedirles a los pacientes que tengan una buena higiene del sueño. Se sugiere evitar hacer uso de dispositivos electrónicos que emiten luz y activan el cerebro antes de dormir”, detalló.
Bajo la misma lógica, aconsejó no hacer actividad física antes de dormir: “De repente pensamos que nos vamos a cansar y nos va a dar más sueño, pero eso solo activa el sistema nervioso central”.
Por otra parte, Arana Lechuga aseguró que para disminuir los trastornos es preferible no ingerir sustancias como la cafeína, nicotina y bebidas alcohólicas.
¿Cuáles son las recomendaciones para conciliar el sueño?
“Hay que mantener horarios estables para levantarnos y acostarnos. Y evitar modificarlos porque eso va a ayudar a que nuestro cerebro se acondicione y podamos dormir”, expresó y recalcó la importancia de establecer rutinas antes de ir a la cama.
La especialista aclaró que lo mejor para conciliar el sueño es no realizar actividades que alteren el estado anímico antes de descansar; y no utilizar la recámara para trabajar, comer o hacer otra cosa que no tenga que ver con el descanso.