“Cualquiera de nosotros que tengamos sed de amor, de fe, esperanza, ilusión y justicia, solo puede saciarse en Dios".
Cientos de ciudadanos de Monclova acudieron a la misa dominical en la iglesia Santiago Apostol, ubicada en la zona centro de la ciudad, para escuchar la palabra del señor y predicarlo con el ejemplo día a día.
En esta misa dominical, el padre habló acerca del santo Evangelio, según san Juan, en donde narra que en aquellos tiempos, llegó Jesús a un pueblo de Samaria, llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José, ahí estaba el pozo de Jacobo, Jesús venia cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo, entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua.
Petición. Jesús le pide agua, por lo que la samaritana le contestó ¿Cómo es posible que tú, siendo judío, me pidas agua a mí que soy samaritana?, a lo que Jesús les contestó; “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a él y él, te daría agua viva”.
Significado. Esto quiere decir, que quien se acerque a Dios con fé, esperanza, amor, suplica, arrepentimiento, Dios escuchará sus suplicas, puesto que es el quien todo lo puede, todo lo ve y todo lo sabe, como con la buen samaritana, de quien sabía la manera en como vivía en el días, el señor, nuestro Dios, es capaz de perdonar nuestros pecados si es que de nosotros mismos sale esa intención de ser perdonados, por lo que es fácil estar en pecado, pero no ser capaz de pedir perdón por nuestros pecados, es ahí donde Dios pide que se acerquen con ellos, para el perdón de sus pecados.
El mensaje de Jesús se nos presenta claro, como una luz alejada de toda sombra u oscuridad. Sin embargo, nos encontramos ante sombras que esconden el “don de Dios”. Ese don no es otro que el del amor, de la conversión, de la paciencia, respeto a la vida etc. Abramos nuestro entendimiento para que como la samaritana conozcamos el don de Dios y así nuestra vida sacie la sed de conocer a Dios.
Este y más evangelios se hacen presente cada domingo en la misa, enseñandole a la población una nueva visión de la vida, orientando hacia el buen camino, lleno de enseñanzas, esperanza, fé, armonía, paz mental, y confortación, puesto quien se acerque al señor es capaz de sanar todo aquello que atormente su alma y corazón, sin embargo, si muestra fé y ganas de salir del conflicto, Dios escuchará.