Los bancos centrales se concentran en gestionar las expectativas de inflación a medio plazo, dos a tres años.
Las expectativas de inflación de hoy se convertirán probablemente en la inflación real de mañana, afirmaron economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pueden desencadenar una espiral de salarios y precios y mantener presionado el acelerador de la inflación.
Actualmente las expectativas del mercado para la inflación de México están en 5.30%, según la encuesta Citibanamex publicada semana. Los bancos centrales se centran en gestionar las expectativas de inflación a medio plazo, dos a tres años. Este es el horizonte de política sobre el cual tienen herramientas que pueden influir en la inflación. La encuesta de expectativas a especialistas del sector privado que aplica Banco de México, muestra que las previsiones para los próximos uno a cuatro años, se ubican en 3.80% y se han moderado desde octubre del 2022, que estaban en 4 por ciento. Actualmente se ubican en niveles de mayo y junio del 2022.
Expectativas. Al interior de un artículo integrado en la revista del FMI, Desarrollo y Finanzas, explicaron que los bancos centrales saben que anclar las expectativas de inflación a corto plazo es prácticamente imposible porque se ven impactadas por eventos fuera de control; es difícil pues pueden verse afectadas por circunstancias ambientales como inundaciones o sequias.
Demanda. En el análisis del FMI, elaborado por el departamento de investigación, explican que, si una persona espera que un automóvil será 10% más barato el próximo año, es probable que espere hasta que los precios bajen antes de comprarlo y esta caída del consumo frenará al crecimiento económico al reducir la demanda y hace que los precios bajen.
Si, por el contrario, esta misma persona espera que el automóvil cueste 10 por ciento más, es probable que lo compre de inmediato para evitar pagar un precio más alto en el futuro.
Esto se suma a la demanda en la economía y hace subir los precios.
Negociaciones. Los expertos del FMI precisaron que las expectativas de inflación también influyen en las negociaciones salariales. Si los trabajadores y sus sindicatos esperan que los precios aumenten 10%, presionarán a sus jefes para que les suban los salarios al menos tanto como para asegurarse de que su poder adquisitivo no disminuya. Los trabajadores podrían hacer huelga para aumentar la presión. Las empresas subirán entonces sus precios para proteger sus márgenes de beneficio del aumento de los costos salariales, lo que sería una presión adicional para la inflación. Al interior del análisis “Predicción de precios” observaron que las expectativas pueden variar ampliamente entre grupos de personas y dentro de ellos. El estratega para América Latina en el banco de inversión XP, Marco Oviedo, puso de relieve en entrevista que este problema de expectativas queda más que claro tras la escalada mundial de inflación.