Ambas medidas tienen sus beneficios, pero es importante saber cuándo debe usarse frío y cuándo conviene más usar calor
El dolor de garganta es una de las afecciones más comunes cuando hay cambios de tiempo o simplemente nos bajan las defensas. Gracias a que se trata de un mal tan común, es muy fácil encontrar todo tipo de remedios caseros y soluciones para ayudar a calmarlo, pero la contrapartida de esto es que en ocasiones el exceso de información puede resultar confuso. Esto se nota especialmente en cuanto al uso de la temperatura: ¿es mejor usar frío o calor para la garganta?
Ambas medidas tienen sus beneficios, pero es importante saber cuándo debe usarse frío y cuándo conviene más usar calor para ayudar realmente al cuerpo a reponerse y no conseguir el efecto contrario. Lo más común es que la garganta duela a causa de un resfriado o gripe, pero no es que los agentes de infección ataquen directamente a la propia garganta: es la respuesta de nuestro organismo la que pone en marcha diferentes mecanismos que acaban provocando molestias de distintos tipos en la garganta, de ahí que sea importante aprender a distinguirlos.
- El dolor de garganta y el uso del frío como tratamiento
Si hay una inflamación muy fuerte, como ocurre con la amigdalitis, lo mejor será siempre aplicar frío. En estos casos, beber bebidas muy frías o incluso comer helados (aunque pueda ser invierno) provocará la vasoconstricción que el frío implica, haciendo que los vasos sanguíneos se cierren en parte y que la temperatura en la zona baje. Así, conseguimos que la inflamación local disminuya, y, por tanto, también aliviamos el dolor.
- Aplicar calor cuando hay dolor de garganta
Cuando el dolor de garganta se presenta en forma de irritación, sequedad o presencia de gran cantidad de mucosidad, la mejor opción es el calor. Las bebidas calientes son aquí nuestro mejor aliado, especialmente en el caso de las infusiones, que más adelante detallamos.
Una infusión caliente ayudará a hidratar la zona más castigada, y la vasodilatación que el calor provoca facilitará la activación de la circulación en la zona, promoviendo la salivación natural y así también la hidratación de la garganta. Además, la aplicación de calor unida a la hidratación de garganta provoca también la liberación de endorfinas de nuestro cerebro, que nos hacen sentir mejor y calman el dolor.
- Estas son algunas de las mejores infusiones calientes que puedes tomar cuando te duela la garganta:
- Infusión de jengibre
El jengibre es reconocido como un antiinflamatorio de gran efectividad, por lo que además de su agradable sabor con toques cítricos, te aportará una ayuda de calidad. Si lo mezclas con canela, un gran antiséptico, cúrcuma, de gran valor analgésico y antiinflamatorio, y miel, un probado antibacteriano, queda una infusión excepcionalmente completa para tu garganta y de sabor muy agradable.
- Infusión de saúco
El saúco es una planta de reconocidas propiedades antisépticas, antiinflamatorias, expectorantes, anticatarrales y relajantes. Prepárate una infusión de saúco y tómala antes de descansar por la noche para asegurarte un sueño lo más reparador y agradable posible.
- Infusión de regaliz
Ampliamente conocido, el regaliz es uno de los antiinflamatorios naturales más usados de forma tradicional. En infusión caliente, su agradable olor se sumará a su sabor para calmar tu garganta y hacerte sentir mejor.