Empezar a correr y mantener la costumbre de entrenar se vuelve más sencillo si uno sigue los siguientes pasos
1 - ¡Salir!
Correr, lo que se dice correr, no consiste solamente en mover los pies a mayor velocidad que una caminata. Correr en una cinta es como nadar en una bañera, por lo que el primer consejo para que alguien entre al mundo del running es salir al aire libre.
Correr en una plaza, en un parque, en el exterior, es lo que diferencia al mejor entrenamiento de la experiencia total del corredor.
2 - Elegir un lugar que nos guste
Cuando uno piensa en correr, imagina algo agradable y placentero. La sensación de salir, respirar, disfrutar y mejorar la salud. Si a eso le agregamos ir a un lugar que nos gusta, correr se vuelve el momento más hermoso del día.
Por eso elijamos que al menos una parte del recorrido, la principal, sea donde estemos a gusto. Terminar en un lugar particularmente bello para hidratarse, es el broche de oro de cada salida. Poder mirar a nuestro alrededor y sentirnos felices.
3 - Aprovechar el momento de más energía
Todos tenemos un momento del día con mayor energía. Aunque las agendas de las personas tienen límites, si se puede optar, lo ideal es buscar el momento en el cual nos sentimos con más fuerza para entrenar.
Hay gente que ama madrugar para entrenar temprano, hay quienes prefieren cerrar su día con un buen entrenamiento. No todas las jornadas son ideales, pero el hábito hace que el cuerpo ya esté preparado, tanto para la exigencia como para el disfrute.
4 - Sumarse a un running team
Correr en solitario es posible y si salimos varias veces por semana es normal que algún entrenamiento sea individual. Pero pocas cosas son más motivadoras que estar en un buen running team con un entrenador como guía. Estar en un grupo significa que nos esperan para entrenar, que nos preguntan cómo nos está yendo con nuestros kilómetros. Motivarse mutuamente, alentarse, tener como referencia a otros corredores. La alegría compartida es más sólida y duradera. Correr con otras personas es una de las mejores formas de convertir el running en un hábito.
5 - Anotarse en una carrera
Una competencia de cinco kilómetros o incluso de diez, es un arranque para ponerse un primer objetivo sin preocuparse tanto por la velocidad sino más bien por el disfrute. Una vez que cumplimos con los primeros cuatro consejos, mirar hacia esa carrera nos dará un motivo extra para salir siempre con ganas.
Una vez pasada la línea de llegada el hábito se convertirá en algo más fuerte y feliz. Esa memoria de la felicidad es clave. Cuando algo nos hace felices queremos que se repita. Correr es un hábito saludable y un camino para toda la vida.